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UCDM Lección 87: Repaso II: Parte 7

1. (73) Mi voluntad es que se haga la luz.
2 Hoy haré uso del poder de mi voluntad. 3 No es mi voluntad andar a tientas en la obscuridad, temeroso de las
sombras y amedrentado por cosas invisibles e irreales. 4 La luz será mi guía hoy. 5 La seguiré allí donde me lleve
y contemplaré únicamente lo que me muestre. 6 Éste será el día en que experimentaré la paz de la verdadera
percepción.
2. Las siguientes variaciones de esta idea pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:
2 Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver.
3
(Nombre], estás en la luz junto conmigo.
4 En la luz esto se verá de otra manera.
3. (74) No hay más voluntad que la de Dios.
2 Hoy estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios. 3 Siento miedo sólo cuando creo que hay otra
voluntad. 4 Trato de atacar únicamente cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar puedo creer que mi
eterna seguridad está siendo amenazada. 5 Hoy reconoceré que nada de esto ha ocurrido. 6 Estoy a salvo porque
no hay más voluntad que la de Dios.
4. Las siguientes son algunas variaciones de la idea que pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:
2 Percibiré esto en conformidad con la Voluntad de Dios.
3 La Voluntad de Dios, así como la mía, es que tú, [nombre], seas Su Hijo.
4 Esto es parte de lo que la Voluntad de Dios ha dispuesto para mí,
independientemente de cómo lo vea.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Te agradecemos nuevamente por acompañarnos hoy en este periodo de revisión, todos los cuales son importantes. Tú vuelves a revisar las ideas con un pequeño adorno que se te presentaron en conceptos relacionados con estas ideas. Tú te educas y aprendes nuevos pensamientos, y nuevas formas de ver las cosas.
Cuando te percibes a ti mismo como tratado injustamente en el mundo, esencialmente dices que Dios te está atacando y que deberías obtener algo diferente de lo que tienes. Cuando ves un evento en el mundo y dices: “Eso no debería estar sucediendo”. Esencialmente juegas a ser Dios, decides, con tu pequeña comprensión de la realidad, que sabes más de lo que es.
Por ejemplo, cuando ves seres sufriendo, puedes decir: “Esto no debería suceder. Esto no puede ser la voluntad de Dios. Sería un Dios cruel si permitiera que esto sucediera”. En verdad, lo que está pasando es que eres libre de elegir lo que quieras hacer por ese Dios, y experimentas y eres testigo de lo que tienes, la libertad para crear erróneamente o crear por ti mismo. Cuando creas mal repetidamente, tú sufres cada vez. Cuando sufres repetidamente, comienzas a prestar atención a lo que estás haciendo. Las primeras veces no sufres tanto. Si ves un patrón de comportamiento en ti y su consecuente resultado en el mundo, comienza a asociar tus decisiones con tu propio sufrimiento. Entiendes que te das el mismo regalo/resultado cada vez.
Tienes libre albedrio para elegir diferente. Tienes libre albedrio para elegir lo que quieras hacer, lo que quieras creer, lo que quieras adorar, lo que quieras valorar. Tienes libre albedrio para hacer todas esas cosas porque eres amado. Se te da libre albedrio para elegir de nuevo por aquel a quien llamas Dios.
Eso es lo que están haciendo todos ustedes aquí. Tú estás, después de muchos años de tener tu libre albedrio, eligiendo lo que desees. Eliges venir aquí y pasar otro rato con nosotros. Eso es algo muy inteligente de hacer. Finalmente has decidido que hay, quizás, algo que no comprendes, algo que no sabes. Haces bien en aprender algunas cosas, ideas y perspectivas nuevas. Te aplaudimos por venir aquí hoy y para aprender esas cosas nuevas.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y nos veremos mañana para más instrucciones.

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