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UCDM Lección 333: El perdón pone fin al sueño de conflicto

1. El conflicto debe ser resuelto. 2 Si se quiere escapar de él, no debe evadirse, ignorarse, negarse, encubrirse,
verse en otra parte, llamarse por otro nombre u ocultarse mediante cualquier clase de engaño. 3 Tiene que verse
exactamente como es, allí donde se cree que está, así como la realidad que se le ha otorgado y el propósito que
la mente le ha asignado. 4 Pues sólo entonces se pueden desmantelar sus defensas y la verdad arrojar su luz
sobre él según desaparece.
2. Padre, el perdón es la luz que Tú elegiste para que desvaneciese todo conflicto y toda duda y para que
alumbrase el camino que nos lleva de regreso a Ti. 2 Ninguna otra luz puede dar fin a nuestro sueño malvado.
3 Ninguna otra luz puede salvar al mundo. 4 Pues dicha luz es lo único que jamás ha de fallar, ya que es el
regalo que le has hecho a Tu Hijo bienamado.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El perdón es cortar la bola con cadena alrededor de tu tobillo. Tú te liberas.
Es como desatar la cuerda de un globo y dejarlo volar hacia el cielo. El globo es tu frecuencia y el nudo es el resentimiento. El perdón es liberar ese globo para permitirle subir a su altura natural lleno de ese gas boyante que es el perdón.
El perdón deshace el nudo. El perdón rompe la cadena de la bola. El perdón es la tijera que corta el alambre de púas que rodea el campo de concentración en el que te han encerrado tus juicios. Todas estas imágenes le dan a la mente libertad, ligereza, expansión y la capacidad para que te expreses con mayor libertad. Esto es lo que te da el perdón. Es mucho más de lo que puedes comprender.
No retrases tu práctica del perdón. No te escondas detrás de justificaciones: «Bueno, es que me han hecho mucho daño. Están locos. No deberían haber hecho eso». Deja ir estos juicios para que puedas ser libre. Y hoy mantén estas imágenes— especialmente la del globo— en tu mente para que entiendas que lo que te mantiene en el campo de batalla es el nudo que has atado a la otra persona, lugar, cosa o experiencia.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.

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