1. (6) Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.
2 La realidad no es nunca atemorizante. 3 Es imposible que pueda disgustarme. 4 La realidad sólo brinda perfecta
paz. 5 Cuando estoy disgustado es porque la he reemplazado con ilusiones que yo mismo he fabricado. 6 Las
ilusiones me causan disgusto porque al haberles conferido realidad, veo la realidad como una ilusión. 7 Nada en
la Creación de Dios se ve afectado en modo alguno por mi confusión. 8 Siempre estoy disgustado por nada.
2. (7) Sólo veo el pasado.
2 Cuando miro a mi alrededor, condeno el mundo que veo. 3 A eso es a lo que llamo ver. 4 Uso el pasado en
contra de todo el mundo y de todas las cosas, convirtiéndolos así en mis enemigos. 5 Cuando me haya perdonado
a mí mismo y haya recordado Quién soy, bendeciré a todo el mundo y a todo cuanto vea. 6 No habrá pasado y,
por lo tanto, tampoco enemigos. 7 Y contemplaré con amor todo aquello que antes no podía ver.
3. (8) Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
2 Veo únicamente mis propios pensamientos, y mi mente está absorbida con el pasado. 3 ¿Qué es, entonces, lo
que puedo ver tal como es?
4 Que recuerde que me fijo en el pasado para prevenir que el presente alboree en mi
mente. 5 Que entienda que estoy tratando de usar el tiempo en contra de Dios. 6 Que aprenda a dejar atrás el
pasado, dándome cuenta de que al hacer eso no estoy renunciando a nada.
4. (9) No veo nada tal como es ahora.
2 Si no veo nada tal como es ahora, ciertamente se puede decir que no veo nada. 3 Solamente puedo ver lo que
está aquí ahora. 4 La elección no es entre si ver el pasado o el presente; la elección es sencillamente entre ver o
no ver. 5 Lo que he elegido ver me ha costado la visión. 6 Ahora quiero elegir de nuevo, para poder ver.
5. (10) Mis pensamientos no significan nada.
2 No tengo pensamientos privados. 3 Sin embargo, es únicamente de mis pensamientos privados de los que soy
consciente. 4 ¿Qué significado pueden tener dichos pensamientos?
5 No existen, de modo que no significan nada.
6 No obstante, mi mente es parte de la Creación y parte de Su Creador. 7 ¿No sería acaso preferible que me
uniera al pensamiento del universo en vez de obscurecer todo aquello que realmente me pertenece con mis
míseros e insignificantes pensamientos “privados”?
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel a quien conoces como Jesús. Experimentamos tal deleite del gozo que éste ser [el canal] obtiene de esta enseñanza. Ella ha cosechado las recompensas de sus estudios y encontrado alegría en las cosas más simples, cosas que antes no hubiera disfrutado.
Yo soy aquel a quien conoces como Jesús, y la vida es buena. Vivir es bueno. Las fantasías son problemáticas. La mayoría de vosotros vivís en un mundo de fantasía en el que pensáis en el pasado y el futuro todo el tiempo. Tú juzgas, evalúas, atacas y fantaseas, y no estás presente en ningún momento, que es el único momento que tienes para experimentarte a ti mismo.
Este programa de entrenamiento es poderoso; cada lección revela lo que haces. No te revela lo que el mundo o tus enemigos te hacen. Te revelan lo que te haces a ti mismo cuando piensas en personas que no están contigo, juzgas situaciones que no estás calificado para juzgar, o valoras el comportamiento de otras personas como bueno o malo y decides con autosuficiencia lo que harías en esas circunstancias. No tienes idea de los impulsos internos o la guía que tiene esa persona a la que juzgas con autosuficiencia. Vives en un mundo de fantasía.
Este mundo de fantasía crea emociones y sentimientos. Cuando en tu cabeza miras una película, cuentas una historia, o juzgas las acciones de otros, generas sentimientos de malestar, sufrimiento, tristeza, culpa e ira autosuficiente. Todos esos sentimientos que atraviesas cada día debido a lo que piensas, juzgas y haces en tu mente—soñar, ver películas en tu mente—te afectan. Usan mucha energía. De hecho, te enferman.
Una vez que llegas a un lugar de paz y te das cuenta de lo que te haces a ti mismo, cuando dejas lo que consideras realidad y vives en el momento presente, tienes una experiencia completamente diferente. Experimentarás lo que en Un Curso de Milagros llaman el sueño feliz. Sí, todavía estás en el sueño, pero no estás separado de Dios. Siempre estás en casa, en Dios. La mayor parte de ti permanece conectada a Todo lo que Es. Tu cuerpo exterior y tu pequeña personalidad no representan todo lo que eres, aunque crees que sí. Constituyen una parte muy pequeña de lo que realmente eres. El sueño lúcido es el siguiente paso en tu evolución. Pasas de las fantasías e ilusiones en tu mente—el juicio, el odio y el deseo de separación y ataque—a descansar en el amor y la paz. Te conectas con el conocimiento, sabiduría y la guía profunda.
Yo soy aquel a quien conoces como Jesús. Te amamos mucho en este lado de lo que llamas el velo, y te ofrecemos estas enseñanzas con los brazos abiertos. No pedimos nada a cambio, sólo que pruebes algo para que tengas una nueva experiencia.Te volveremos a ver mañana.