UCDM Lección 298: Te amo, Padre, y también amo a Tu Hijo

1. Mi gratitud hace posible que mi amor sea aceptado sin miedo. 2 Y de esta manera, se me restituye por fin mi
realidad. 3 El perdón elimina todo cuanto se interponía en mi santa visión. 4 Y me aproximo al final de todas las
jornadas absurdas, las carreras locas y los valores artificiales. 5 En su lugar, acepto lo que Dios establece como
mío, seguro de que sólo mediante ello me puedo salvar y de que atravieso el miedo para encontrarme con mi
Amor.
2. Padre, hoy vengo a Ti porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo. 2 Estás a mi lado. 3 Tu camino
es seguro. 4 Y me siento agradecido por Tus santos regalos: un santuario seguro y la escapatoria de todo lo
que menoscabaría mi amor por Dios mi Padre y por Su santo Hijo.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Al amarte a ti mismo como un santo hijo de Dios, y al amar a tus hermanos y hermanas en este plano terrenal como hijos santos de Dios, traerás tal paz y gozo a tu vida que quedarás asombrado.
Son tus juicios mezquinos sobre ti mismo y tus juicios mezquinos sobre otros los que causan el profundo sufrimiento que muchos de ustedes experimentan. Crees que es porque estás equivocado. Crees que es porque son malos. Piensas que es porque eres demasiado viejo, demasiado pobre o porque te has impuesto algún juicio sobre ti mismo. La verdad de tu dolor es que juzgas. Sientes dolor porque estás juzgando. Te estás separando de ti mismo y de tus hermanos y hermanas, y en ese juicio de separación, te alejas del amor y sientes el dolor de la distancia del amor. Cuando perdonas, cuando olvidas, cuando aprecias y tienes gratitud, te acercas al amor porque, de hecho, estás amando las cosas cuando las aprecias y cuando tienes gratitud por ellas. Y en ese acercamiento al amor, te sientes mejor.
Este es el único camino en el que están todos— el camino al infierno o al cielo. Elije el camino al cielo practicando la bondad amorosa y perdonando todo lo que ves con tus ojos terrenales.
Los problemas que abordas en tu plano terrestre en este momento son el resultado de mentes mal dirigidas. Los eventos tangibles que estás presenciando en tu plano en este momento son el resultado final de una multitud de pensamientos, creencias e ideas expresadas. Entonces, no haya nada que puedas hacer con respecto al evento que estás sucediendo ahora. Pero puedes reconocer que no es lo que más te gustaría, y puedes enfocar tu mente en lo opuesto a aquello que no quieres. Y preguntarte: “¿Qué puedo pensar, hacer, ser o expresar que ayudará a que mi visión se manifieste?”.
Deja de enfocarte en lo que no quieres y juzgarlo, aumentando tu dolor y sufrimiento. Al contrario, enfócate en lo opuesto— lo que te encantaría tener, lo que te encantaría ver. Entonces pregúntate tú mismo: “¿Cómo podría manifestar eso?”.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.