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UCDM Lección 61: Soy la luz del mundo

1. ¿Quién es la luz del mundo sino el Hijo de Dios?
2 Por lo tanto, esto no es más que una afirmación de la verdad
acerca de ti. 3 Es lo opuesto a una afirmación de orgullo, de arrogancia o de autoengaño. 4 No describe el
concepto que has forjado de ti mismo. 5 No se refiere a ninguna de las características con las que has dotado a
tus ídolos. 6 Se refiere a ti tal como fuiste creado por Dios. 7 Expresa simplemente la verdad.
2. Para el ego la idea de hoy es el epítome de la autoglorificación. 2 Pero el ego no sabe lo que es la humildad y la
confunde con la autodegradación. 3 La humildad consiste en aceptar el papel que te corresponde en la salvación
y en no aceptar ningún otro. 4 No es humildad insistir en que no puedes ser la luz del mundo si ésa es la
función que Dios Mismo te asignó. 5 Es sólo la arrogancia la que afirmaría que ésa no puede ser tu función, y
la arrogancia es siempre algo propio del ego.
3. La verdadera humildad requiere que aceptes la idea de hoy porque es la Voz de Dios la que te dice que es
verdad. 2 Éste es uno de los primeros pasos en el proceso de aceptar tu verdadera función en la tierra. 3 Es un
paso gigantesco que te conducirá al lugar que te corresponde ocupar en la salvación. 4 Es una aseveración
categórica de tu derecho a la salvación y un reconocimiento del poder que se te ha otorgado para salvar a otros.
4. Debes reflexionar hoy acerca de esta idea tan a menudo como puedas. 2 Es la respuesta perfecta a todas las
ilusiones y, por ende, a toda tentación. 3 La idea de hoy lleva todas las imágenes que has forjado de ti mismo
ante la verdad y te ayuda a seguir adelante en paz, sin agobios y seguro de tu propósito.
5. Hoy se deben llevar a cabo tantas sesiones de práctica como sea posible, aunque no es necesario que ninguna
exceda uno o dos minutos de duración. 2 Debes empezar cada sesión de práctica diciéndote a ti mismo:
3 Soy la luz del mundo.
4 Ésa es mi única función.
5 Por eso es por lo que estoy aquí.
6 Piensa entonces en estas afirmaciones por unos breves momentos, preferiblemente con los ojos cerrados si las
circunstancias lo permiten. 7 Deja que te vengan a la mente unas cuantos pensamientos afines y, si observas
que tu mente se aparta del tema central, repite la idea de hoy para tus adentros.
6. Asegúrate de comenzar y finalizar el día con una sesión de práctica. 2 De este modo, te despertarás
reconociendo la verdad acerca de ti mismo, la reforzarás a lo largo del día y te irás a dormir reafirmando tu
función y el único propósito que tienes aquí. 3 Estas dos sesiones de práctica pueden ser más largas que las
demás si te resultan útiles y deseas extenderlas.
7. La idea de hoy va mucho más allá de la mezquina opinión que el ego tiene de ti y de tu propósito. 2 Como
portador de la salvación que eres, esto es obviamente necesario. 3 Éste es el primero de una serie de pasos
gigantescos que vamos a dar durante las próximas semanas. 4 Trata de empezar hoy a sentar las bases para
estos avances. 5 Eres la luz del mundo. 6 Dios ha edificado sobre ti Su plan para la salvación de Su Hijo.

COMENTARIO DE JESÜS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Es por eso que comienzo cada declaración que hago con esa afirmación. En verdad sois seres bendecidos; sois la luz del mundo. Llevas dentro de ti la propia esencia del amor de Dios. Llevas dentro de tu propia esencia una poderosa habilidad creativa. Llevas dentro de tu propia esencia todo lo que necesitas, toda la comprensión que necesitas, toda la pasión que necesitas, todo el impulso que necesitas y toda la sabiduría que necesitas para experimentar lo que quieres experimentar en tu encarnación.
¿Por qué crees que se pone tanto esfuerzo en enseñarte lo contrario? ¿Por qué se pone tanto esfuerzo en enseñarte acerca de tu pequeñez, tu propensión a la enfermedad, mantenerte enfermo, mantenerte adentro, alejarte de la alegría, alejarte del exterior y mantenerte controlado? Porque eres tan poderoso. Si no fueras poderoso, esta sociedad no necesitaría restringirte tanto, ni entrenarte ni castigarte tanto. Te dejaría en paz, porque no serías ningún problema. Serías débil, pero no lo eres.
Eres la luz del mundo.
Yo soy la luz del mundo.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a ver mañana.

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