Prev Next

UCDM Lección 246: Amar a mi Padre es amar a Su Hijo

1. Que no piense que puedo encontrar el camino a Dios si abrigo odio en mi corazón. 2 Que no piense que puedo
conocer a mi Padre o a mi Ser si trato de hacerle daño al Hijo de Dios. 3 Que no piense que si dejo de
reconocerme a mí mismo voy a poder seguir creyendo que mi conciencia puede abarcar lo que mi Padre es o
mi mente concebir todo el amor que me profesa y el que yo le profeso a Él.
2. Aceptaré seguir el camino que Tú elijas para que yo venga a Ti, Padre mío. 2 Y no podré por menos que
triunfar porque así lo dispone Tu Voluntad. 3 Y reconoceré que lo que Tu Voluntad dispone y sólo eso, es lo
que la mía dispone también. 4 Por lo tanto, elijo amar a Tu Hijo. 5 Amén.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Esto es algo en lo que realmente no piensas. Realmente no piensas en los juicios que tienes sobre ti mismo y los juicios que tienes sobre tus hermanos y hermanas en este planeta te impiden conectarte con lo Divino o te impiden conocer tu verdadera naturaleza.
La idea de juzgar es el mayor veneno que puedas tomar. Crees que juzgar te mantiene seguro. Piensas que si no juzgas las cosas o las personas, te dejarán boquiabierto o te convertirás en un pelele, y es todo lo contrario. Cuando te alejas de juzgar y miras el mundo con ojos tolerantes, obtienes mucho más. Obtienes alivio del sufrimiento que causa el juicio. Obtienes alivio de la separación que causa el juicio y puedes conectarte con ese lugar pacifico donde reside todo el conocimiento de todas las cosas.
Puedes conectarte con ese conocimiento. Puedes acceder a reinos más allá de tu capacidad para comprender y asimilar desde el estado del ser que está contaminado por el juicio.
Haz un experimento en el que tengas un día en el que te apartes del juicio todo el tiempo. No te juzgues a ti mismo cuando te mires en el espejo y no juzgues a la persona que se atraviesa en el tráfico. No juzgues la forma en que tu compañero de trabajo come su sándwich. No lo hagas. No lo hagas. No lo hagas.
Al hacer este experimento, te darás cuenta de la frecuencia con la que juzgas. También te darás cuenta de que cuanto más pacífica esta tu mente mejor te sientes porque no estás separándote de tu Padre en los cielos, que es amor. La frecuencia del amor es Dios. Cuando juzgas te estás separando de la frecuencia del amor y te sientes mal. Debes saber que si te sientes mal, eres tú juzgando, separando y aislándote de la frecuencia siempre presente del amor que es tu derecho, ¡tu herencia natural!
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana de nuevo.

Leave a Comment