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UCDM Lección 278: Si estoy aprisionado, mi Padre no es libre

1. Si acepto que estoy aprisionado dentro de un cuerpo, en un mundo en el que todo lo que aparentemente vive
parece morir, entonces mi Padre es un prisionero al igual que yo. 2 Y esto es lo que creo cuando afirmo que
tengo que obedecer las leyes que el mundo obedece y que las flaquezas y los pecados que percibo son reales e
ineludibles. 3 Si de algún modo estoy aprisionado, significa que no conozco a mi Padre ni a mi Ser. 4 Y
significa asimismo que no formo parte de la realidad en absoluto, 5 pues la verdad es libre, y lo que está
aprisionado no forma parte de ella.
2. Padre, lo único que pido es la verdad. 2 He tenido muchos pensamientos descabellados acerca de mí mismo y
de mi creación, y he introducido en mi mente un sueño de miedo. 3 Hoy no quiero soñar. 4 Elijo el camino que
conduce a Ti en lugar de la locura y el miedo. 5 Pues la verdad está a salvo y sólo el amor es seguro.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Esta es una lección profunda (¿no es así?), que a quienquiera que hagas culpable ata al mundo entero.
De aquí es de donde viene la idea de que tus hermanos y hermanas en este planeta son tu salvación. La salvación del mundo depende de que tú los perdones, porque mientras sean culpables de pecar, el mundo entero estará en las garras del ego-mente, que se trata de separación, muerte, culpa y pecado. Es a través de la práctica del perdón, que es tu demostración, con quien decidas en tu vida que han cometido un pecado. Ellos son tu salvación, son la salvación del mundo. Tu práctica del perdón con ellos va a cambiar todo porque son ellos los que mantienen la creencia de separación en su lugar para ti. Si lo crees, entonces eso se vuelve cierto para todo y todos, incluido Dios.
Si hay pecado, entonces se convierte en la frecuencia de toda tu mente. Este es el poder del perdón. Nadie entiende verdaderamente el poder del perdón, que el poder del perdón te expande a un grado tan profundo que te vuelves divino en tu habilidad para crear cosas amorosas, salud, abundancia y la vida misma.
Aquellos imperdonables juicios contaminantes sobre esas personas son tu gran tarea. Son las asignaciones que te has dado a ti mismo para desafiar tu mente y para salir de la separación. Tú has asignado a esas personas los roles de “malos” en tu vida para que puedas aprender a perdonar y puedas superar tu creencia en la separación. Estos viejos odios y heridas no demuestran sus pecados sino tu creencia en la separación, y eso es lo que sanará cuando perdones.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.

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