1. La idea de hoy es simplemente otra manera de decir: “No me dejes caer en la tentación”. 2 El propósito del
mundo que ves es nublar tu función de perdonar y proveerte de una justificación por haberte olvidado de ella.
3 Es asimismo la tentación de abandonar a Dios y a Su Hijo adquiriendo una apariencia física. 4 Esto es lo que
los ojos del cuerpo ven.
2. Nada de lo que los ojos del cuerpo parecen ver puede ser otra cosa que una forma de tentación, ya que ése fue el
propósito del cuerpo en sí. 2 Hemos aprendido, no obstante, que el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las
ilusiones que tú has forjado y, por lo tanto, ve en ellas otro propósito. 3 Para el Espíritu Santo el mundo es un
lugar en el que aprendes a perdonarte a ti mismo lo que consideras son tus pecados. 4 De acuerdo con esta
percepción, la apariencia física de la tentación se convierte en el reconocimiento espiritual de la salvación.
3. Al repasar nuestras últimas lecciones, vemos que tu función aquí es ser la luz del mundo y que es una función
que Dios Mismo te dio. 2 La arrogancia del ego es lo único que te hace poner esto en duda, y el miedo que le
tienes, lo único que te induce a considerarte indigno de la tarea que Dios Mismo te encomendó. 3 La salvación
del mundo aguarda tu perdón porque a través de él el Hijo de Dios se libera de todas las ilusiones y, por ende,
de toda tentación. 4 El Hijo de Dios eres tú.
4. Sólo desempeñando la función que Dios te dio podrás ser feliz. 2 Esto se debe a que tu función es ser feliz
valiéndote de los medios mediante los cuales la felicidad se vuelve inevitable. 3 No hay otra manera. 4 Por lo
tanto, cada vez que eliges entre si desempeñar o no tu función, estás en realidad eligiendo entre ser feliz o no
serlo.
5. Recordemos esto hoy. 2 Tengámoslo presente por la mañana, por la noche y también a lo largo del día.
3 Prepárate de antemano para todas las decisiones que tengas que tomar hoy, recordando que todas ellas son en
realidad muy simples. 4 Cada una te conducirá ya sea a la felicidad o a la infelicidad. 5 ¿Puede ser acaso difícil
tomar una decisión tan simple?
6 No permitas que la forma de la decisión te engañe. 7 Complejidad en lo
relativo a la forma no implica complejidad en lo relativo al contenido. 8 Es imposible que el contenido de
cualquier decisión aquí en la tierra se componga de cualquier otra cosa que no sea esta simple elección. 9 Ésta
es la única elección que el Espíritu Santo ve. 10 Por lo tanto, es la única elección que existe.
6. Practiquemos hoy, pues, con estos pensamientos:
2 Que no me olvide de mi función.
3 Que no trate de substituir la que Dios me dio por la mía.
4 Quiero perdonar y ser feliz.
5 Por lo menos una vez hoy, dedica diez o quince minutos a reflexionar acerca de esto con los ojos cerrados.
6 Pensamientos afines acudirán en tu ayuda si recuerdas cuán crucial es tu función para ti y para el mundo.
7. En las aplicaciones frecuentes de la idea de hoy a lo largo del día, dedica varios minutos a repasar estos
pensamientos y luego a pensar en ellos y en nada más. 2 Esto te resultará difícil, sobre todo al principio, ya que
aún no tienes la disciplina mental que ello requiere. 3 Tal vez necesites repetir: “Que no me olvide de mi
función” con bastante frecuencia para que te ayude a concentrarte.
8. Hoy se requieren dos variaciones de las sesiones de práctica más cortas. 2 Haz los ejercicios con los ojos
cerrados algunas veces, tratando de concentrarte en los pensamientos que estés usando. 3 En otras, mantén los
ojos abiertos una vez que hayas repasado los pensamientos, y luego mira a tu alrededor lenta e imparcialmente,
repitiendo para tus adentros:
4 Éste es el mundo que es mi función salvar.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Es importante que veas en qué se diferencian estas lecciones de las enseñanzas que has recibido en tu sociedad.
Se te ha enseñado en tu sociedad, por ejemplo, que embellecer el cuerpo que habitas te brinda lo que deseas y que usar el cuerpo para tentar a otro para tener una relación o encuentro sexual contigo te brinda felicidad. ¿Por qué crees esto? Tú crees esto debido a la programación a través de tus programas de televisión, películas y pornografía. Hay una razón por la que estos sistemas de programación son tan populares; es lo que deseas. Este mundo está diseñado para ocultarte tu verdadero propósito. Entonces, si has creado este lugar para perseguir a tus ídolos, porque eso es lo que has hecho, te separas de la unidad y desciendes en frecuencia al mundo material físico. Pero no quieres ver la verdad. Después de todo, acabas de dejar la verdad. Dejaste la unidad. Dejaste esa mente conectada con Todo Lo que Es y descendiste a esta experiencia. No es pecaminoso, es simplemente diferente. Está separado del amor. Está separado de la verdad, y tienes algunas cosas que te gusta disfrutar aquí.
Ahora bien, nosotros no decimos esto desde un terreno moral elevado. Decimos que esto es lo que está pasando. Si no entiendes lo que está pasando, malinterpretas las señales en el camino. El deseo que tienes de tener encuentros sexuales, por ejemplo, o de estimulación sexual es una de las formas en que el cuerpo te da placer. Si no estás buscando la verdadera felicidad a través de este tipo de prácticas—practicas espirituales, perdón, bondad amorosa, satisfacción—serás infeliz. Sufrirá mucho. Debido al entrenamiento en tu sociedad, se te ha enseñado que buscar el placer puede aliviar el sufrimiento.
Lo que sucede en tu experiencia es que vas a los centros de placer del cerebro físico. Recuerda, el cuerpo físico es el campo de juego del ego. Vas a los placeres físicos, sensoriales— y hay muchos en este lugar tentador— y te entregas a ellos. Mientras los satisfaces, producen reacciones químicas en el cuerpo físico que parecen brindarte placer y, por lo tanto, alivio del dolor y el sufrimiento. Esa es la razón que te impulsa a utilizar estos centros de placer.
Cuando te detienes con la actividad placentera— beber alcohol, tener relaciones sexuales, apostar, ir de compras, ver televisión, ver películas, ver pornografía, lo que sea que estés buscando, todos tenéis vuestras cosas favoritas, a algunos de vosotros os gusta comer en exceso— tú regresas a tu consciencia de sufrimiento. Y luego tienes que volver a buscar otra experiencia placentera que te distraiga del estado de tu conciencia y detenga el sufrimiento.
Lo que intentamos hacer aquí con estas lecciones es darte tan nivel de paz y felicidad que no tengas que buscar en tus ídolos nunca más, y te des cuenta de que, verdaderamente, ellos están vacíos. Mientras participas en ellos, medicarte hasta cierto punto con los productos químicos del placer. Cuando te detienes, estás sufriendo y en dolor de nuevo. Estás solo y triste de nuevo. Esto es, por supuesto, lo que conduce a la adicción. Cuando el cerebro recibe constantemente sustancias que le brindan placer, se activa la adicción. La adicción es un efecto secundario del sufrimiento mental y emocional.
Entonces si tienes un problema de adicción, y ves que estás consumiendo algo, queremos que comprendas que estas lecciones, con el tiempo, te aliviarán de esas adicciones. Tú también puedes participar en la reducción de tus adicciones siendo buen estudiante. Comprende los mecanismos en juego. Puedes alejarte de ese segundo trozo de pastel y decir: “En realidad, disfrutar de estas sensaciones placenteras parece una buena idea en este momento, pero yo quiero la verdadera felicidad. No voy a caer en una adicción porque sé que es un ciclo interminable de búsqueda y no quiero ser controlado por eso. Quiero experimentar la paz, lo que me permite descansar en casa y ser feliz.”
Yo soy aquel a quien conoces como Jesús, y te volveremos a ver mañana.