1. Padre, hoy vamos a perdonar Tu mundo y a dejar que la Creación sea Tuya. 2 Hemos entendido todo
erróneamente. 3 Pero no hemos podido convertir a los santos Hijos de Dios en pecadores. 4 Lo que Tú creaste
libre de pecado ha de permanecer así por siempre y para siempre. 5 Ésa es nuestra verdadera condición. 6 Y
nos regocijamos al darnos cuenta de que los errores que hemos cometido no han tenido efectos reales sobre
nosotros. 7 El pecado es imposible y en este hecho descansa el perdón sobre una base mucho más sólida que el
mundo de sombras que vemos. 8 Ayúdanos a perdonar, pues queremos ser redimidos. 9 Ayúdanos a perdonar,
pues queremos estar en paz.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Nota: esta lección cae en el día de Navidad en caso de haber comenzado las lecciones el 1 de enero y haber completado una cada día. Si no es Navidad cuando leas este comentario, no te preocupes. Continúa como siempre.
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Hoy es un gran día para muchos de ustedes. Si tú comenzaste estas lecciones el 1 de enero, entonces hoy es el día de Navidad para ti, y el día de Navidad es una maravillosa oportunidad para que sientas si vas o no por el camino adecuado.
Debido a que todo se intensifica en este día, esto te da la oportunidad de sentir tu falta de perdón. Te da la oportunidad de sentir lo que aprecias o lo que no aprecias de lo que estás haciendo. Te trae a la mente los aniversarios: «El año pasado estaba haciendo lo mismo y tampoco me gustaba entonces». Esto es un catalizador; este día es un catalizador para los que están fuera del camino. Para los que van por el buen camino, puede ser un día muy alegre. Pero para los que están un poco perdidos, puede magnificar, de forma maravillosa, lo que no está bien en su vida.
A los que hoy están contentos y realizados, viviendo como les gusta y sintiendo que el progreso evoluciona en sus consciencias, les decimos Feliz Navidad, y les damos las gracias por el trabajo que han hecho. Para aquellos de ustedes que están luchando un poco, sintiéndose un poco perdidos o a la deriva, y cuyas vidas no se ven como quieren, usen este día como un catalizador. Haz realmente un inventario de lo que quieres cambiar en tu experiencia. Recuerda, estás experimentando tu consciencia. Las cosas que no te gustan siguen apareciendo porque tú lo permites. Les permites espacio en tu mente y tú continúas creándolas al participar en ellas con tu cuerpo-mente.
Nadie va a salvarte de ti mismo. Esto es algo que nuestra querida canalizadora ha aprendido a lo largo de los años y que a veces sorprende a mucha gente. Nosotros no la salvamos de sí misma. Ella debe trabajar con sus propios problemas; debe trabajar con sus propios asuntos. La Navidad era una época difícil para ella, pero a lo largo de los años se las ha arreglado para dejar de lado lo que no quiere y ahora ella permite que entre en su vida lo que sí quiere durante esta época. Ya no le causa estrés. Pero la reconstrucción de su sistema de creencias en torno a este día en particular le llevó años. Años para llegar a un lugar de paz.
Este puede ser el caso de muchos de ustedes también— donde están cambiando lo que hacen en esta época del año pero todavía sienten la presión de conformarse. Tus presiones sociales para conformarte son poderosas, particularmente ahora. Los cimientos de tu economía se basan en las compras que la gente hace en esta época del año. Hay muchos negocios en tu sociedad que no funcionarían si la Navidad no existiera, y se pone mucha atención, tiempo y dinero en convencerte de que compres la idea de dar, literal y figurativamente, regalos.
A medida que haces esta lección y vives el día de Navidad, queremos que te des cuenta de lo que no te sienta bien. ¿Guardas resentimiento contra alguien que está sentado en tu mesa? Ve a un lugar tranquilo y pregúntate: «¿Qué pecado ha cometido esta persona que es tan malo?» La verdad es que esa persona no ha cometido ningún pecado. Quizás esa persona ha cometido errores según tu ego o quizás no tiene el aspecto o la forma de hablar que tú preferirías. ¿Quién eres tú para decidir cómo deben ser los demás y cómo deben verse? No es tu trabajo.
Todos están hechos a la imagen de Dios. Se les dan tareas particulares y personalidades particulares, que les convienen en sus viajes espirituales, y les ayudarán a aprender y experimentar las cosas que necesitan para crecer. ¿Quién eres tú para juzgar a los demás? ¿Quién eres tú para decir que están equivocados y que deberían ser diferentes?
Tómate un tiempo hoy para evaluar esas relaciones «pecaminosas» y delicadas que crees que te rodean. Evalúa por qué te sientes justificado para juzgarlos, por qué te sientes justificado para tirar piedras. Recuerda, los que están en casas de cristal no deben tirar piedras. Ninguno de ustedes es perfecto. Todos cometemos errores. Todos hablan mal a veces. Todos ustedes se sienten mal a veces. Haz de este día un día para evaluar realmente por qué consideras a estos seres; que pueden estar contigo o pueden estar separados de ti; tus enemigos, y determina por qué los condenas como pecadores. No son pecadores. Son como tú: seres humanos mal enseñados que están recorriendo un camino difícil.
Suelta los resentimientos que te quedan. No los lleves contigo al nuevo año. No te servirán y no beneficiarán en nada a aquello que desees manifestar en el año que viene. Sólo te beneficias cuando sueltas el resentimiento. Sentirás un aligeramiento. Sentirás un alivio y sentirás que la paz infunde tu mente. Esos seres seguirán siendo lo que son, quienes son, y haciendo lo que hacen, pero no debes dejar que te moleste. Necesitas reclamar esa parte de tu mente y dedicarla a lo Divino.
Yo soy aquel que conoces como Jesús. Les deseo a todos una Feliz Navidad y les hablaremos de nuevo mañana.