1. Tú que recuerdas lo que realmente soy, eres el único que recuerda lo que realmente deseo. 2 Hablas por Dios y,
por lo tanto, por mí. 3 Y lo que me concedes proviene de Dios Mismo. 4 Tu Voz, entonces, Padre mío, es mía
también, y lo único que quiero es lo que me ofreces, en la forma exacta en que decidas que yo lo reciba. 5 Que
recuerde todo lo que no sé y que mi voz se acalle mientras lo recuerdo. 6 Que no me olvide de Tu Amor ni de
Tu Cuidado y que mantenga siempre presente en mi conciencia la promesa que le hiciste a Tu Hijo. 7 Que no
me olvide de que mi ser no es nada, pero que mi Ser lo es todo.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Muchas de las cosas que quieres no son buenas para ti. Muchas de las cosas que crees que te harán feliz no te harán feliz. Este es un juego complicado para ti. ¿Cómo puedes saber qué hacer? ¿Cómo puedes saber a dónde ir? ¿Cómo puedes saber qué seguir? ¿Vas a llevar a la persona equivocada a casa, al dios equivocado a casa?
Comprende que tienes un sistema de guía que está impecablemente alineado con el amor. Te sentirás bien cuando estés en el camino, lo cual significa que te sientes mal cuando estás fuera del camino. Aquí no estamos hablando de placer. Ya hemos hablado de esto. No nos referimos a lo bien que te sientes cuando te comes un pedazo de pastel de chocolate; esta es una sensación de placer, no de felicidad. De hecho, si te permites demasiadas sensaciones de placer te sentirás infeliz y te llevará a la adicción, porque el cerebro está siendo estimulado por los sentidos y estás liberando químicos que te hace sentir bien usando tus sentidos.
Céntrate en una sensación general de tranquilidad, felicidad y satisfacción a lo largo del día, una que no fluctúe mucho. Ahora, para muchos de ustedes, esto es un sueño. Tus emociones son volátiles; tus reacciones de lo que ocurre en el mundo son volátiles. Esta es una pista de que aún no te has alineado con la felicidad. Sigues buscando la felicidad en el mundo y éste no te la dará. Puede ofrecerte algunas soluciones temporales, pero no experimentas una sensación general de bienestar. Así es como eliges.
Eliges cosas que, con el tiempo, en general te hagan sentir mejor. He aquí algunos ejemplos: salir a pasear por la naturaleza un día cualquiera puede no parecer gran cosa, pero si conviertes el paseo por la naturaleza en una rutina, desarrollarás un nivel de conexión y felicidad que te hará sentir mejor con el tiempo. Si compras cosas para sentirte mejor, lo que verás con el tiempo es que un mes después de haber comprado el par de zapatos que pensabas que te harían feliz, ya no eres consciente de que están en tu armario. Quizás te los pongas de vez en cuando y te den un minuto o dos de placer, pero es muy efímero. Este ejemplo te dice que comprar los zapatos para ser feliz no funciona.
Utiliza este momento para contemplar dónde buscas la felicidad. ¿La buscas fuera de ti o cultivas hábitos saludables a lo largo del tiempo que te aportan sentimientos de satisfacción y tranquilidad?
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.