1. El perdón—el reflejo de la verdad—me enseña cómo ofrecer milagros y así escapar de la prisión en la que creo
vivir. 2 Tu santo Hijo me es señalado, primero en mi hermano y después en mí. 3 Tu Voz me enseña
pacientemente a oír Tu Palabra y a dar tal como recibo. 4 Y conforme contemplo a Tu Hijo hoy, oigo Tu Voz
indicándome la manera de llegar a Ti, tal como Tú dispusiste que ésta debía ser:
5 ”Contempla su impecabilidad y sé curado”.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El énfasis en esta lección sigue siendo que perdones a tus semejantes.
Tienes muchos objetivos en este mundo. Tienes objetivos de tu estado físico. Tienes objetivos financieros. Tienes objetivos de entretenimiento, y todas estas las consideras cosas importantes. Comprende lo importante que es tu práctica del perdón. Cuando te alejas del más mínimo juicio, estás eligiendo un milagro; estás eligiendo tener una mente milagrosa. Eso significa que intencionalmente vas en contra de lo que el ego quiere que hagas con toda la fuerza de tu libre albedrío. Esta es la forma más poderosa de deshacer el ego.
Hay muchas prácticas espirituales en este planeta y todos son libres de elegir la que usan, lo que practican y cómo lo practican. Pero queremos que entiendas aquí que usar intencionalmente tu libre albedrío para dejar de juzgar y así alejarte de esa relación de odio con tus semejantes, es la forma más poderosa en que puedes transformar tu mente. Se te han dado los medios en este libro para transformar tu mente en algo milagroso.
Todas las cosas brillantes de este mundo siempre van a estar ahí, burlándose de ti, tentándote y pidiéndote que juegues con ellas. Comprende que puedes disfrutar de tu vida. Puedes seguir tus pasiones y vivir como te gustaría vivir, pero añade el perdón a la mezcla. Comprende lo verdaderamente poderoso que es este don. Es un regalo de Dios para ti. Así como el juicio del ego es traído a ti por la sombra, el perdón es traído a ti por la luz.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.