UCDM Lección 350: Los milagros reflejan el eterno Amor de Dios. Ofrecerlo es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mundo

1. Lo que perdonamos se vuelve parte de nosotros, tal como nos percibimos a nosotros mismos. 2 Tal como creaste
a Tu Hijo, él contiene dentro de sí todas las cosas. 3 El que yo Te pueda recordar depende del perdón que le
conceda. 4 Lo que él es no se ve afectado por sus pensamientos. 5 Pero lo que contempla es el resultado directo
de ellos. 6 Así pues, Padre mío, quiero dirigirme a Ti. 7 Sólo Tu recuerdo me liberará. 8 Y sólo perdonando
puedo aprender a dejar que Tu recuerdo vuelva a mí y a ofrecérselo al mundo con agradecimiento.
2. Y a medida que hagamos acopio de Sus milagros, estaremos en verdad agradecidos. 2 Pues conforme Lo
recordemos, Su Hijo nos será restituido en la realidad del Amor.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZAD POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Tu propósito aquí es eliminar todas las barreras a tu conocimiento de la presencia del amor.
El amor siempre está presente; tú simplemente bloqueas tu conocimiento de esa presencia mediante el juicio. Eso es lo que hace el perdón. Elimina de tu mente las barreras que te impiden ser consciente de la presencia del amor, que es la presencia de Dios. Dios es amor, y cuando eres consciente de la presencia eterna del amor a través de tu práctica del perdón, estás alineado con Dios. Eso significa que la separación está terminando, el miedo disminuye, y te sentirás mejor.
Ahora, lo que va a suceder para el practicante espiritual dedicado es que el perdón y la ausencia de juicio se volverán más y más frecuentes a lo largo del día. La mente se volverá más y más pacífica. La conexión con lo Divino se volverá más clara, y recibirás guía más fácilmente a medida que practiques tu perdón.
El perdón es tu elección del amor sobre el miedo. Lo que demuestra tu práctica del perdón es tu comprensión de que el amor es lo opuesto a la separación, y cuando eliges no separar, por lo tanto no juzgar, te alineas con la frecuencia amorosa que siempre está presente. Simplemente se te oculta por tu elección de usar tu libre albedrío para juzgar o no. Eso es todo lo que es un ser iluminado. Un ser iluminado es alguien que ha practicado el perdón y la ausencia de juicio con mayor frecuencia a lo largo del día hasta que no queda nada más que amor.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.