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UCDM Lección 342: Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de ese modo es como se me considera a mí

1. Te doy gracias, Padre, por el plan que ideaste para salvarme del infierno que yo mismo fabriqué. 2 No es real.
3 Y me has proporcionado los medios para comprobar su irrealidad. 4 Tengo la llave en mis manos, y he
llegado hasta las puertas tras las cuales se halla el fin de los sueños. 5 Me encuentro ante las puertas del
Cielo, sin saber si debo entrar y estar en casa. 6 Que hoy no siga indeciso. 7 Que perdone todas las cosas y
deje que la Creación sea tal como Tú quieres que sea y como es. 8 Que recuerde que soy Tu Hijo, y que
cuando por fin abra las puertas, me olvide de las ilusiones ante la deslumbrante luz de la verdad, conforme Tu
recuerdo retorna a mí.
2. Hermano, perdóname ahora. 2 Vengo a llevarte a casa conmigo. 3 Y según avanzamos, el mundo se une a
nosotros en nuestro camino hacia Dios.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El universo sabe lo que quieres. Sabe lo que amas. Sabe lo que te conviene, y todo lo que tienes que hacer es quitarte de en medio.
Todo lo que tienes que hacer es quitar el pie del freno del juicio y soltarlo a través del perdón para que puedas acelerar hacia tu camino elegido. El camino que elegiste antes de venir a este planeta en forma física fue construido a través de la colaboración de tus guías y maestros a partir de las experiencias que ya tenías—las experiencias con las que batallaste. Se hizo un plan para tu vida, uno que te trajera todas las oportunidades para dejar ir lo que no te sirve y expandirte hacia lo que es amor.
Cada una de las cosas con la que te has encontrado, te dan una oportunidad para practicar el perdón una y otra vez, y continuará viniendo a ti para darte la oportunidad de practicar el perdón, no para permanecer en el mismo lugar, que es lo que sucede cuando continúas juzgando. Más bien, te hará avanzar hacia los reinos que viniste a experimentar. No viniste aquí a experimentar el pasado una y otra vez, pero había ciertas cosas que residían dentro de tu mente que necesitabas enfrentar.
Estas cosas están representadas a menudo en tu familia natal, y tu familia natal es una gran parte de tu práctica del perdón. Sobre el tiempo, deberás hacer la paz con todos los miembros de tu familia natal. Cuando hayas llegado a hacer la paz con tu familia natal, habrás terminado con el asunto con el que llegaste. Sólo entonces podrás dedicarte a lo que quieres crear.
Si tienes relaciones felices con tu familia, entonces esa no era tu tarea en esta encarnación. Pero si tienes relaciones problemáticas, difíciles y abrasivas con tu familia natal, entonces empieza por ahí. Comienza tu trabajo de perdón allí, porque no podrás avanzar verdaderamente hacia tu futuro más magnífico— el sueño feliz— hasta que estos seres hayan sido perdonados. Simplemente los elegiste porque encajaban contigo de alguna manera, y esta es la mayor realización que muchos de ustedes deben hacer: que un aspecto de ti encaje con esos seres, a los que juzgas tan duramente.
Dale la vuelta. Cada vez que te encuentres acusando a los miembros de tu familia de algo, pregúntate: «¿Soy así alguna vez?». Seguramente un día te darás cuenta de que: «Dios mío, soy igual que ellos. Sólo que en mí se ve un poco diferente. Por lo tanto, somos iguales. Por lo tanto, los perdono para que yo sea perdonado».
Esta práctica del perdón es un poderoso proceso de sanación,y lo repetimos una y otra vez porque la práctica del ego es juzgar. Así que lo repetiremos una y otra vez, y algún día nos escucharás.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.

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