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UCDM Lección 294: Mi cuerpo es algo completamente neutro

1. Soy un Hijo de Dios. 2 ¿Cómo iba a poder ser también otra cosa?
3 ¿Acaso creó Dios lo mortal y lo corruptible?
4 ¿De qué le sirve al bienamado Hijo de Dios lo que ha de morir?
5 Sin embargo, lo que es neutro no puede ver
la muerte, pues allí no se han depositado pensamientos de miedo ni se ha hecho de ello una parodia del amor.
6 La neutralidad del cuerpo lo protege mientras siga siendo útil. 7 Una vez que no tenga ningún propósito, se
dejará a un lado. 8 No es que haya enfermado, esté viejo o lesionado. 9 Es que simplemente no tiene ninguna
función, es innecesario y, por consiguiente, se le desecha. 10 Que hoy no vea en él más que esto: algo que es
útil por un tiempo y apto para servir, que se conserva mientras pueda ser de provecho, y luego es reemplazado
por algo mejor.
2. Mi cuerpo, Padre, no puede ser Tu Hijo. 2 Y lo que no ha sido creado no puede ser ni pecaminoso ni inocente;
ni bueno ni malo. 3 Que me valga, pues, de este sueño para poder ser de ayuda en Tu plan de que despertemos
de todos los sueños que urdimos.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El cuerpo en el que te encuentras es una de las grandes desventajas de esta experiencia tridimensional, ¿no es así?
Parece ser la razón que te causa tantos problemas. Es demasiado gordo. Es demasiado delgado. Se enferma al azar y parece morir. Bueno, de hecho, ¡tu cuerpo nunca está vivo! Ahora bien, esto parece algo extraño de decir, pero tú eres la fuerza que insufla al cuerpo. El espíritu es la fuerza que anima al cuerpo. El cuerpo en sí mismo no vive, está animado por ti. Sin ti en él, el cuerpo es un cadáver. No tiene voluntad propia. No tiene deseos propios. Hace sólo lo que le pides que haga, por lo que es verdaderamente neutral en ese sentido, no tiene mente propia.
Tienes muchas historias en tu sociedad sobre instintos, hábitos y adicciones— como si el cuerpo gobernara la mente. No es cierto, la mente gobierna el cuerpo. El espíritu gobierna el cuerpo. Y es importante que no culpes al cuerpo por nada. Algunos de tus sentimientos más profundos y oscuros están despreciando al cuerpo, odiando al cuerpo y desconfiando del cuerpo. El cuerpo sólo hace lo que le pides que haga. Come la comida que le pides que coma. Viaja a donde le pidas que viaje, es inocente en ese sentido.
Para de atacar tu cuerpo. Deja de juzgar tu cuerpo y dirígete a la parte de ti que toma las decisiones. Ahí es donde debe tener lugar la curación: en la mente que está tomando decisiones poco saludables.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar de nuevo mañana.

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