UCDM Lección 276: Se me ha dado la Palabra de Dios para que la comparta

1. ¿Qué dice la Palabra de Dios?
2 ”Mi Hijo es tan puro y santo como Yo.”
3 Así fue como Dios se convirtió en el
Padre del Hijo que ama, pues así fue como lo creó. 4 Ésta es la Palabra que el Hijo no creó con el Padre, ya que
nació como resultado de ella. 5 Aceptemos Su Paternidad y todo se nos dará. 6 Mas si negamos que fuimos
creados en Su Amor, estaremos negando nuestro Ser, y así, no tendremos certeza acerca de Quién somos,
Quién es nuestro Padre y cuál es nuestro propósito aquí. 7 No obstante, sólo con que reconozcamos a Aquel
que nos dio Su Palabra en nuestra creación, Su recuerdo aflorará de nuevo en nuestras mentes y así podremos
recordar a nuestro Ser.
2. Padre, he hecho mía Tu Palabra. 2 Y es Ésta la que les comunicaré a todos mis hermanos, quienes me fueron
confiados para que los amara como parte de mí, tal como yo soy amado, bendecido y salvado por Ti.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Tienes opciones en este plano terrestre: puedes odiar o puedes amar. Puedes juzgar o puedes perdonar. Puedes moverte o puedes estancarte. Este es un mundo de dualidad.
Nosotros te estamos enseñando aquí a elevarte por encima de esa naturaleza dualista, elevarte por encima de la creencia en el bien y el mal, y comprender que todos ustedes fueron creados a imagen de Dios. Todos son igualmente valiosos para esa fuerza benevolente que ha iniciado la vida en este universo.
Es difícil para ti cuando ves que la gente hace lo que consideras “cosas malas”. Es difícil para ti cuando ves a personas que consideras groseras o desagradables. Comprende que esos son solo errores de pensamiento que se manifiestan en el comportamiento, así como tú has cometido errores, todos entienden esto, que quieres ser perdonado por cualquier error de juicio que has hecho a lo largo de tu vida. Este es el regalo que debes dar a aquellos seres que todavía están equivocados y confundidos, actuando en desacuerdo con el amor, tal como tú lo has hecho en el pasado— y quizás lo sigas haciendo en el presente. Cuando juzgas a alguien por su comportamiento imperfecto, te sentirás juzgado por tu comportamiento imperfecto y sentirás que también vas a ser castigado.
Al perdona a tus hermanos y hermanas por sus errores no significa que tú estás permitiendo su comportamiento. Lo que estás admitiendo es que tú también has tenido errores de pensamiento que crearon un comportamiento disfuncional, y reconoces esto en tu hermano y hermana, y les estás dando el beneficio de tu amor en lugar de la crítica de tu juicio. ¿Por qué? Porque el juicio refuerza la separación y te causa sufrimiento.
Cuando miras el mundo con ojos compasivos, dejas de sufrir. Cuando aceptas que las personas están desequilibradas porque sus mentes están desequilibradas, comienzas a enviarles amor en lugar de juicio. Reconoces esa disfunción que tú también has compartido (y aún compartes en ciertas áreas de tu vida). “No juzguéis, para que no seáis juzgados”, esto es lo que significa: cuando juzgas a los demás, tú mismo sentirás el sufrimiento. Deja de juzgar. Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti, y comprende que lo que das, recibes.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.