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UCDM Lección 261: Dios es mi refugio y mi seguridad

1. Me identificaré con lo que crea que es mi refugio y seguridad. 2 Me veré a mí mismo allí donde percibo mi
fuerza y pensaré que vivo dentro de la ciudadela en la que estoy a salvo y no puedo ser atacado. 3 Que hoy no
busque seguridad en el peligro ni trate de hallar mi paz en ataques asesinos. 4 Vivo en Dios. 5 En Él encuentro
mi refugio y fortaleza. 6 En Él radica mi Identidad. 7 En Él reside la paz eterna. 8 Y sólo allí recordaré Quién
soy realmente.
2. Que no vaya en pos de ídolos, 2 Padre mío, pues lo que quiero es volver a casa y estar Contigo. 3 Elijo ser tal
como Tú me creaste y encontrar al Hijo que creaste como mi Ser.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Los humanos buscan refugio en todo tipo de lugares. Lo buscan en dinero. Lo buscan en el sexo. Lo buscan en la comida. Lo buscan en todo tipo de lugares que, de hecho, no pueden mantenerlos a salvo, porque de eso se trata del cuerpo.
Las decisiones del ego en torno a la seguridad siempre tienen que ver con la defensa del cuerpo, y mientras estés defendiendo tu cuerpo, no sabes quién eres. Esta es una lección difícil para todos los que están acostumbrados a defender sus cuerpos, protegiéndolos del peligro. Cuando te enfocas en el cuerpo como lo falible que es, te sientes falible, porque te estás identificando como un cuerpo.
Cuando te unes a Dios, cuando aprendes a caminar conmigo, haciendo estas lecciones juntos y enfocándote en los aspectos no físicos de tu propio ser, entonces te estás identificando con las partes no físicas de ti que son infalibles y que seguirán viviendo para siempre, así te relajas más. No estás bajo el dominio del ego. No estás en el campo de batalla.
¿No has notado que en la guerra el ego quiere matar cuerpos? Eso es en lo que cree el ego. Crees que si destruye tu cuerpo o mantiene tu cuerpo a salvo, eso es lo único de valor. En desmadres sanguinarios, los egos que quieren matar, matarán el cuerpo, sin darse cuenta de que, de hecho, no han tocado la esencia de ese ser, que es eterno y, por supuesto, pasará a aprender otras lecciones y experimentar otras vidas. Este proceso de identificación con los aspectos no físicos de ti— tu creatividad y habilidad para amar y comunicarte— te hacen sentir cada vez más seguro, mientras que defender el cuerpo te hará sentir cada vez más atemorizado.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.

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