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UCDM Lección 224: Dios es mi Padre y Él ama a Su Hijo

1. Mi verdadera identidad es tan invulnerable, tan sublime e inocente, tan gloriosa y espléndida, y tan
absolutamente benéfica y libre de culpa, que el Cielo la contempla para que lo ilumine. 2 Y Ella ilumina
también al mundo. 3 Mi verdadera identidad es el regalo que mi Padre me hizo y el que a mi vez le hago al
mundo. 4 No hay otro regalo, salvo éste, que se pueda dar o recibir. 5 Mi verdadera identidad y sólo ella es la
realidad. 6 Es el final de las ilusiones. 7 Es la verdad.
2. ¡Oh, Padre, mi Nombre todavía Te es conocido! 2 Yo lo he olvidado, y no sé adónde me dirijo, Quién soy ni qué
es lo que debo hacer. 3 Recuérdamelo ahora, Padre, pues estoy cansado del mundo que veo. 4 Revélame lo que
deseas que vea en su lugar.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Muchos de ustedes vienen a estas enseñanzas cuando están cansados.
Has intentado con todas tus fuerzas utilizar los conocimientos que tienes para que las cosas te funcionen. Sin embargo, hay algo que falta. Hay algún desastre que te ocurre y al que no puedes hacer frente. Hay una profunda desilusión que te abruma— depresión, tristeza, culpa, vergüenza. Con el tiempo, todas estas cosas hacen mella en la experiencia humana. No hay que avergonzarse de ello. Esta es la naturaleza de perseguir a tus ídolos. Esta es la naturaleza de no estar alineado con tu verdadera grandeza. Esta es la naturaleza de negar lo que eres, cómo estás hecho y cuál es tu propósito. Es mucho trabajo mantener a Dios alejado. Es mucho trabajo mantener el amor lejos de ti.
Todos ustedes se cansan, y en ese momento, se les puede enseñar. Tú agradece cuando estés cansado. Te muestra que estás haciendo algo mal y que necesitas relajarte y rendirte un poco. Da las gracias cuando te enfades o te deprimas. Comprende que esas reacciones emocionales te están diciendo que estás fuera de lugar, que estás viendo algo de forma incorrecta y que estás viendo algo de forma equivocada.
Cuando encuentres la paz, la felicidad y la alegría, disfrútalas, ámalas y experiméntalas. No te sientas culpable ni pienses: «Dios mío, esto se va a acabar pronto».
A medida que vayas avanzando en estas lecciones y las practiques año tras año (porque esto es un trabajo de toda la vida, no de un año), los periodos de paz, alegría y felicidad se irán alargando y los disgustos serán menores. Recuerda que esto te va a ocurrir. Se trata de una práctica científicamente probada. Cuanto más perdones, menos miedo y ataques te permitirás y te sentirás mejor en tu vida, mientras más abundantemente seas capaz de comprometerte con tus experiencias, más gentil y amable te volverás.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y estamos muy contentos de que estés con nosotros en este viaje. Caminamos contigo todos los días. Te volveremos a hablar mañana.

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