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UCDM Lección 214: Repaso VI: Parte 14 No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó

1. (194) Pongo el futuro en Manos de Dios.
2 El pasado ya pasó y el futuro aún no ha tenido lugar. 3 Ahora me he liberado de ambos. 4 Pues lo que Dios
da sólo puede ser para el bien. 5 Y acepto únicamente lo que Él da como lo que me pertenece.
6 No soy un cuerpo. 7 Soy libre.
8 Pues aún soy tal como Dios me creó.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Este es el origen de la mayor parte de tu malestar: remordimientos y recriminaciones por el pasado; culpa o vergüenza, preocupaciones y ansiedades por el futuro. Cuando te centras en el pasado o en el futuro, vives en un mundo ficticio.
Cuando no estás presente en lo que haces, no estás haciendo nada realmente. Estás perdiendo el tiempo, porque estás reviviendo o proyectando. Muchos de ustedes viven en esos dos mundos de fantasía la mayor parte del tiempo. Así que cuando hablamos de estar presente, eso es lo que buscamos. Buscamos estar presente, porque ese es el único punto verdadero de la creación (la nueva creación).
Si estás rumiando en el pasado, estás contaminando el eterno ahora con el pasado, y crearás un futuro que se parecerá a tu pasado. Cuando tienes un resentimiento, digamos, o un abuso o trauma en el que sigues pensando, le estás diciendo al universo: «Quiero más de eso». Tu eterno ahora— ese momento fresco que todos tienen por igual— está siendo contaminado por tu libre albedrío y el uso inadecuado de tus recuerdos. Eso contamina el eterno ahora. Ahora, aquellos de ustedes que sufren de Desorden Postraumático o de traumas, no se dan cuenta de que están haciendo esto voluntariamente. No te das cuenta de que se ha convertido en un hábito tan grande contar la historia, recrear lo que te sucedió o rehacer la situación del pasado; no te das cuenta de que alimentas tu propio trauma.
No estamos culpando a la víctima. Estamos diciendo que te pasó algo malo, pero que sólo te pasó una vez. Si sigues pensando en ello, contando historias sobre ello, hablando con la gente sobre ello y yendo a terapeutas para volver a hablar de ello, te volverás a traumatizar infinitamente. Te estás asegurando de que tu futuro tendrá una vibración similar.
Debes entregar el futuro a Dios y decir: «Estaré aquí en el presente, confiando en que mientras esté alineado con el amor todo saldrá bien, porque tú eres amor Dios, y yo estoy alineado con tu voluntad para mí cuando estoy en un lugar de amor». Es muy sencillo.
Estar presente no es una cualidad esotérica y rara que tienen los monjes; es algo a lo que todos deberían aspirar. Utiliza tus sentidos para mantenerte en el momento presente. Mira lo que estás buscando. Saborea lo que estás probando. Siente lo que estás sintiendo, y recuerda que las interminables evocaciones sobre el pasado y el futuro son realmente una pérdida de tiempo.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.

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