UCDM Lección 211: Repaso VI: Parte 11 No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó

1. (191) Soy el santo Hijo de Dios Mismo.
2 En silencio y con verdadera humildad busco la Gloria de Dios a fin de contemplarla en el Hijo que Él creó
como mi Ser.
3 No soy un cuerpo. 4 Soy libre.
5 Pues aún soy tal como Dios me creó.

COMENTARIO DE JESÚS CNALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Estamos aquí hoy para recordarte tu grandeza. Eres un ser sagrado, de hecho. Te has dejado engañar por tu cuerpo, por las tentaciones y el miedo de este mundo. Te has dejado engañar porque has elegido venir aquí a experimentar la separación de Dios.
Este es el principio fundamental detrás toda esta experiencia, y te confunde porque se te han enseñado que Dios creó este mundo. Sin embargo, miras a tu alrededor y ves tanto dolor, sufrimiento y tanta separación y muerte. Piensas: «¿Cómo puede Dios haber creado este mundo? No tiene ningún sentido». Pues bien, Dios no creó este mundo. Tú creaste este mundo para experimentar cosas que no son de unidad, comunión y amor, con el objetivo final de volver al amor. Es una paradoja, sí; lo entendemos.
Para superar esta experiencia de separación, debes volver a la comprensión de que eres un ser de alto diseño y que estás completo. Eres santo y tú siempre— independientemente de las elecciones que hagas— volverás a Casa, a eso que llamas amor o Dios. Dios es amor y puedes usar estas palabras indistintamente.
Una vez que comprendas la verdadera definición de tu experiencia aquí, entonces podrás decir: «Dios es amor. Dios me ha dado la opción de jugar los juegos que yo quiera. De perseguir los ídolos que quiera». Eso es libertad. El amor es dar a los que quieres la libertad de ser quienes quieran y de hacer lo que los hace felices.
Crees que este mundo se deteriorará si todos hacen lo que los hace felices, pero te pedimos que mires a tu alrededor; todos ustedes están haciendo lo que los hace infelices. Es un lugar lamentable en este momento. Así que piensa un poco en esta idea: si todos hicieran lo que aman— lo que los hace felices— tu mundo sería un lugar mucho mejor para vivir.
La verdad es que todos hacen lo que quieren. Son seres libres. En cualquier momento puedes cambiar de opinión y hacer algo diferente. Incluso, si vives en una profunda pobreza y en un profundo dolor puedes cambiar tu mente, y verás un cambio proporcional en tu realidad física.
Confía en nosotros. Inténtalo. Definitivamente funciona.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te veremos de nuevo mañana.