1. He aquí la afirmación que algún día erradicará de toda mente todo vestigio de arrogancia. 2 He aquí el
pensamiento de la verdadera humildad, que no te adjudica ninguna otra función, excepto la que se te ha
encomendado. 3 Este pensamiento supone tu aceptación del papel que te fue asignado, sin insistir en que se te
asigne otro. 4 No emite juicios acerca de tu papel. 5 Tan sólo reconoce que la Voluntad de Dios se hace tanto en
la tierra como en el Cielo. 6 Une todas las voluntades de la tierra en el plan celestial para la salvación del
mundo y les restituye la paz del Cielo.
2. No nos opongamos a nuestra función. 2 No fuimos nosotros quienes la establecimos. 3 No fue idea nuestra. 4 Se
nos han proporcionado los medios para desempeñarla perfectamente. 5 Lo único que se nos pide es que
aceptemos nuestro papel con genuina humildad y que no neguemos con aire de falsa arrogancia que somos
dignos de él. 6 Poseemos la fuerza necesaria para hacer lo que se nos pide llevar a cabo. 7 Nuestras mentes
están perfectamente capacitadas para desempeñar el papel que nos asignó Uno que nos conoce bien.
3. Puede que la idea de hoy te parezca bastante seria, mientras no entiendas su significado. 2 Lo único que dice es
que tu Padre todavía te recuerda y te ofrece la perfecta confianza que tiene en ti, Su Hijo. 3 No te pide que seas
en modo alguno diferente de como eres. 4 ¿Qué otra cosa sino esto podría pedir la humildad?
5 ¿Y qué otra
cosa sino eso podría negar la arrogancia?
6 Hoy no dejaremos de cumplir nuestro cometido con la engañosa
excusa de que es un insulto a la modestia. 7 Es el orgullo el que se niega a responder a la Llamada de Dios.
4. Hoy dejaremos a un lado todo vestigio de falsa humildad para poder escuchar a la Voz de Dios revelarnos lo
que desea que hagamos. 2 No pondremos en duda nuestra capacidad para llevar a cabo la función que nos
ofrezca. 3 Sólo estaremos seguros de que Él conoce nuestras fuerzas, nuestra sabiduría y nuestra santidad. 4 Y
si nos considera dignos, es que lo somos. 5 Es sólo la arrogancia la que opina lo contrario.
5. Hay una manera, y sólo una, de liberarte del encarcelamiento al que te ha llevado tu plan de querer probar que lo
falso es verdadero. 2 Acepta en su lugar el plan que tú no trazaste. 3 No juzgues si eres o no merecedor de él.
4 Si la Voz de Dios te asegura que la salvación necesita que desempeñes tu papel y que la totalidad depende de
ti, ten por seguro que así es. 5 Los arrogantes tienen que aferrarse a las palabras, temerosos de ir más allá de
ellas y de experimentar lo que podría poner en entredicho su postura. 6 Los humildes, en cambio, son libres
para oír la Voz que les dice lo que son y lo que deben hacer.
6. La arrogancia forja una imagen de ti que no es real. 2 Ésa es la imagen que se estremece y huye aterrorizada
cuando la Voz que habla por Dios te asegura que posees la fuerza, la sabiduría y la santidad necesarias para ir
más allá de toda imagen. 3 Tú, a diferencia de la imagen de ti mismo, no eres débil. 4 No eres ignorante ni
impotente. 5 El pecado no puede mancillar la verdad que mora en ti, ni la aflicción puede acercarse al santo
hogar de Dios.
7. Esto es lo que te dice la Voz que habla por Dios. 2 Y según Él te habla, la imagen se estremece e intenta atacar
la amenaza que le resulta desconocida, al sentir que sus cimientos se derrumban. 3 Déjala ir. 4 La salvación del
mundo depende de ti y no de ese pequeño montón de polvo. 5 ¿Qué podría esa imagen decirle al santo Hijo de
Dios?
6 ¿Por qué tiene él que preocuparse por ella en absoluto?
8. Y así hallamos nuestra paz. 2 Aceptaremos la función que Dios nos encomendó, pues toda ilusión descansa
sobre la absurda creencia de que podemos inventar otra función para nosotros. 3 Los papeles que nosotros
mismos nos hemos auto-asignado son cambiantes y parecen oscilar entre la aflicción y la dicha extática del
amor y de amar. 4 Podemos reír o llorar, recibir el día felizmente o bien con lágrimas. 5 Nuestro estado de ser
parece cambiar según experimentamos múltiples cambios de humor, y nuestras emociones nos remontan hacia
lo alto o nos estrellan contra el suelo sumiéndonos en la desolación.
9. ¿Es éste el Hijo de Dios?
2 ¿Habría podido Él crear semejante inestabilidad y llamarla Su Hijo?
3 Aquel que es
inmutable comparte Sus Atributos con Su Creación. 4 Ninguna de las imágenes que Su Hijo aparenta forjar
afecta lo que él es. 5 Éstas revolotean por su mente como hojas arrastradas por el viento, formando diseños
fugaces que luego se desbandan sólo para volverse a agrupar hasta que finalmente se dispersan; 6 o como los
espejismos que se ven surgiendo del polvo en el desierto.
10. Estas imágenes insubstanciales desaparecerán y dejarán tu mente libre y serena cuando aceptes la función que
se te ha encomendado. 2 Las imágenes que fabricas sólo dan lugar a metas conflictivas, transitorias y vagas,
inciertas y ambiguas. 3 ¿Quién podría mantener un esfuerzo constante o poner todas sus energías y empeño en
metas como éstas?
4 Las funciones que el mundo tiene en gran estima son tan inciertas, que aun las más sólidas
cambian al menos diez veces por hora. 5 ¿Qué se puede esperar de metas como éstas?
11. Como bello contraste, tan seguro como el retorno del sol cada mañana para disipar la noche, tu verdadera
función se perfila clara e inequívocamente. 2 No hay duda acerca de su validez. 3 Pues procede de Uno que no
conoce el error y Cuya Voz está segura de Sus mensajes. 4 Éstos nunca cambiarán ni estarán en conflicto.
5 Todos apuntan hacia un único objetivo, el cual está a tu alcance. 6 Puede que tu plan sea imposible, pero el de
Dios jamás puede fracasar porque Él es su Fuente.
12. Haz lo que la Voz de Dios te indique. 2 Y si te pide que hagas algo que parece imposible, recuerda Quién es el
que te lo pide y quién el que quiere negarse. 3 Luego considera esto: ¿Quién de los dos es más probable que
esté en lo cierto, 4
la Voz que habla por el Creador de todas las cosas y que las conoce exactamente como son o
la distorsionada imagen que tienes de ti mismo, confundida y perpleja; incoherente e insegura de todo?
5 No
permitas que su voz te dirija. 6 Oye en su lugar una Voz que es inequívoca y que te habla de la función que te
encomendó tu Creador, Quien te recuerda y te exhorta a que ahora te acuerdes de Él.
13. Su tierna Voz llama desde lo conocido a lo que no conoce. 2 Quiere consolarte, aunque no conoce el pesar.
3 Quiere hacer una restitución, si bien goza de absoluta plenitud; quiere hacerte un regalo, si bien sabe que ya
lo tienes todo. 4 Tiene Pensamientos que satisfacen cualquier necesidad que Su Hijo perciba, si bien Él no las
ve. 5 Pues el Amor sólo puede dar, y lo que se da en Su Nombre adopta las formas más útiles posibles en un
mundo de formas.
14. Ésas son las formas que jamás pueden engañar, ya que proceden de la Amorfía Misma. 2 El perdón es una
forma terrenal de amor que, como tal, no tiene forma en el Cielo. 3 No obstante, lo que aquí se necesite, aquí se
concederá según lo indique la necesidad. 4 Valiéndote de esta forma puedes desempeñar tu función incluso
aquí, si bien el amor significará mucho más para ti cuando hayas sido restaurado al estado de amorfía. 5 La
salvación del mundo depende de ti que puedes perdonar. 6 Ésa es tu función aquí.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El ego percibirá esta afirmación como arrogante y sin sentido, pero no lo es.
Se te ha dado, en el fondo de tu corazón y de tu mente, saber qué es lo que te interesa y te llama. Tú sabes de tu pasión, algo en lo que estás en constante curiosidad. Es una constante en tu corazón y mente que nunca flaquea a pesar que puedas vivir en diferentes hogares y hacer diferentes cosas. Hay un aspecto de ti que permanece igual. Puede ser el deseo de crear cosas hermosas. Puede ser el deseo de ayudar a la gente, dominar tu voz al hablar en público. Puede ser un impulso abrumador de estudiar un texto espiritual y llegar a conocerlo por dentro y por fuera. Todos estos indicadores son pequeñas flechas de dirección que te ayudan en tu camino.
Este ser (el canal) solía leer esta declaración y pensar que era una locura. No entendía cuál era su destino, pero sentía un impulso abrumador de estudiar este material: Un Curso de Milagros. Tenía un impulso abrumador de encontrar la paz mental; por lo tanto perdonó. Siguió, y siguió, y siguió hasta que su percepción cambió tanto que fue capaz de abrir ese portal entre la tierra y el cielo, y hacer posible la comunicación para nosotros con ella.
Puedes leer esta conversación y pensar que la iniciamos, pero no es así. Ella lo inició haciendo su práctica de perdón, buscando implacablemente la paz mental cada vez que tenía una molestia, reconociendo su percepción y pidiendo que cambiara esa percepción para que pudiera ver la verdad. Ella buscaba aquello que sabía que la hacía sentir mejor. Esa fue la guía que tuvo, dándole implacablemente la espalda a Un Curso de Milagros una y otra vez, y no tenía ningún sentido lógico para ella en ese momento.
Tu pasión— tu guía— puede no tener ningún sentido lógico para ti en este momento. Si implacablemente te está llamando, escucha y confía en que tus guías y maestros te están guiando hacia tu propósito sagrado.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos de nuevo mañana.