UCDM Lección 178: Repaso V: Parte 8 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo

1. (165) Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
2 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
2. (166) Se me han confiado los dones de Dios.
2 Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Lo que estamos comenzando a recordarte en este momento es tu naturaleza amorosa, y tu deseo de estar alineado con Todo Lo que Es.
Todo lo que te rodea—toda la gente, lugares y cosas— muestra tu consciencia representando la película de tu vida. Así como cuando miras una película en la pantalla de cine, ves que hay personajes: el “chico bueno” y el “chico malo”. Ves que el guion ha siso escrito para ellos. Se visten con ropa, van de viaje y tienen aventuras. El bien triunfa sobre el mal. Tu vida es la misma historia. Es una película que has escrito, dirigido, y has participado plenamente en su realización. Por eso no tiene sentido que la ataques y la juzgues.
Eres el creador de la película. Cuando no te gusta una película, no corres hacia la pantalla y tratas de cambiarla, ¿verdad? La película muestra los actores y los participantes en la pantalla de tu vida— las personas que te rodean y las experiencias que tienes. Vas al proyector y lo cambias allí. Recortas las escenas que no quieres, quitas los actores que no quieres o limpias la lente de las pelusas que está causando la imperfección que tú ves.
De eso se trata este periodo de estudio. Se trata de eliminar de tu mente la idea falsa de que estás sólo, que eres victima de este mundo y que Dios no te ama y que, de hecho, te ha abandonado. Todas estas son impurezas del proyector que debes eliminar para ver la película con claridad. Eso es lo que es el perdón. Es simplemente que tú comprendes que las imperfecciones en la película provienen del proyector y no están en la pantalla.
Esta es una analogía simple pero poderosa, porque todos ustedes comprenden lo tonto que es correr hacia la pantalla e intentar borrar esa imagen. Eso es lo que haces cuando atacas, juzgas o dices que “esa” persona es mala, “esta” persona es demoniaca, o “esta” situación es insostenible. Si descubres que estás observando una situación que no concuerda con el amor, entonces debes, a través del proyector, agregar amor a esa situación. Debes cambiar tu mente y agregar amor a esa situación.
Aquí es donde surge la batalla de las guerras, cuando los seres están atacando a esa persona, lugar o cosa que parece estar ahí fuera, sin su control, en vez de cambiar su mente y la frecuencia de sus pensamientos para que la película refleje esa transformación. Están corriendo y tratando de cambiar la pantalla, bombardeando un país o atacando a otro ser, y, de hecho, es una tontería. Ves lo estúpida que es la guerra. Sigue y sigue porque tú no cambias nada. Nunca cambias la estructura mental que está causando que aparezca la imagen.
Sé más sabio, querido ser. En tu vida, cambia tu mente en torno a cualquier cosa que no esté manifestando una imagen que te gustaría experimentar.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos de nuevo mañana.