UCDM Lección 355: La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados. ¿Por qué no aceptarla hoy?

1. ¿Por qué debo esperar, Padre mío, para recibir la dicha que me prometiste?
2 Pues mantendrás la Palabra que
le diste a Tu Hijo en el exilio. 3 Estoy seguro de que mi tesoro me aguarda y de que sólo tengo que extender la
mano para encontrarlo. 4
Incluso ahora mismo mis dedos ya lo están tocando. 5 Está muy cerca. 6 No necesito
esperar ni un instante más para estar en paz para siempre. 7 Es a Ti a Quien elijo, y a mi Identidad junto
Contigo. 8 Tu Hijo quiere ser Quien Él es, y conocerte como su Padre, Su Creador y su Amor.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Es imperativo que entiendas que esta es tu elección.
Siempre es tu elección. Siempre ha sido tu elección y el sufrimiento que has experimentado ha sido tu elección. Puede que no hayas comprendido plenamente el poder de tus juicios; puede que no hayas comprendido plenamente el poder de tus miedos y tu tolerancia en ellos. Pero son tus elecciones. Son tus bebés y son las cosas que valoras. Si no las valoraras, podrías dejarlas ir en este mismo momento.
Hay una parte de tu mente que dice: «No, no quiero sufrir. No, no quiero juzgar,» y sin embargo lo haces. Este es uno de los conceptos muy desafiantes de aceptar. Esto es lo que quieres; obtienes exactamente lo que quieres.
Te pedimos que quieras el sentimiento más bendito del mundo: paz, felicidad, alegría y amor— el sentimiento de la mente sin conflictos. El sentimiento de la mente que vuelve a su conexión natural con lo Divino. Esto es lo que te pedimos que elijas hoy en lugar de tus juicios, en lugar de tus miedos y en lugar de tus tolerancias.
Elige el amor y te sentirás mejor. Mañana, vuelve a elegir el amor y seguirás sintiéndote mejor. El ego no quiere paz. No quiere amor; quiere guerra. Quiere separación. Es la misma cosa que has fabricado para darte seguridad y separarte de Dios. Sólo tú puedes deshacer esta separación. Sólo tú puedes elegir el amor.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.