1. Padre, que recuerde que Tú estás aquí y que no estoy solo, 2 pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. 3 No
hay razón para nada, excepto para la paz y dicha perfectas que comparto Contigo. 4 ¿Qué necesidad tengo de
sentir ira o temor, 5 cuando lo único que me rodea es la seguridad perfecta?
6 ¿Cómo puedo sentir miedo
cuando la eterna promesa que me hiciste jamás se aparta de mí?
7 Estoy rodeado de perfecta impecabilidad.
8 ¿Qué puedo temer, cuando la santidad en la que Tú me creaste es tan perfecta como la Tuya Propia?
2. La Gracia de Dios nos basta para hacer todo lo que Él quiere que hagamos. 2 Y eso es lo único que elegimos
como nuestra voluntad, que es también la Suya.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. El miedo y la ira se sienten horribles porque se desvían del camino.
Muchos de ustedes que están en una relación—las llamaremos relaciones especiales o bien, relaciones íntimas entre dos personas— experimentan la ira como una presencia constante. Está ahí en el sentido de que si estás funcionando plenamente desde tu ego-mente, el otro hará constantemente cosas que te molestan. Esto se debe a que el alimento del ego es el juicio; sólo se mantiene vivo gracias al juicio. No puede hacer otra cosa más que juzgar; por lo tanto, estarás en un estado constante de dolor y sufrimiento porque constantemente te aleja del amor y te empuja hacia la separación.
Muchos, en relaciones cercanas—familiares, de amistad y de negocios— experimentan también un estado constante de juicio: «Mi madre siempre está haciendo ‘esto’. Mi hijo siempre está haciendo ‘eso'». Te será muy, muy difícil no juzgar, porque la configuración por defecto del ego es el juicio y la separación. A través de tu educación, debes elegir el no juzgar como tu oración, como tu demostración de comprender cómo el amor se expresa a sí mismo. Estás aprendiendo a expresarte de forma amorosa para no sufrir. Como consecuencia de ser más amoroso contigo mismo y con los demás, los demás sufrirán menos por los deseos de tu ego, por tus discusiones y tus distracciones.
Esta es una situación de ganar-ganar para todos. El ego te dirá que no juzgar a tu pareja significa que tú pierdes. En realidad, no juzgar a tu pareja y a los que están cerca de ti significará que todos ganarán. Nadie será arrollado por el otro. Esta es una historia que el ego te contará. Cuando te alejas del juicio, te conectas más profundamente con todos y todo lo que te rodea, y eso hace que todos y todo lo que te rodea esté más cerca de ti y, por lo tanto, que sean más amorosos contigo y tú más amoroso con ellos.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te hablaremos mañana.