UCDM Lección 252: El Hijo de Dios es mi Identidad

1. La santidad de mi Ser transciende todos los pensamientos de santidad que pueda concebir ahora. 2 Su refulgente
y perfecta pureza es mucho más brillante que cualquier luz que haya contemplado jamás. 3 Su amor es
ilimitado, y su intensidad es tal que abarca dentro de sí todas las cosas en la calma de una queda certeza. 4 Su
fortaleza no procede de los ardientes impulsos que hacen girar al mundo, sino del ilimitado Amor de Dios
Mismo. 5
¡Cuán alejado de este mundo debe estar mi Ser!
a Y, sin embargo, ¡cuán cerca de mí y de Dios!
2. Padre, Tú conoces mi verdadera identidad. 2 Revélamela ahora a mí que soy Tu Hijo para que pueda despertar
a la verdad en Ti y saber que se me ha restituido el Cielo.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Este es el problema fundamental: ¡no te consideras lo suficientemente imponente!
A veces, el ego es muy ruidoso y temerario. Otras el ego es muy temeroso y débil, y fluctuará entre esos dos. Pero tú tienes una grandeza que está más allá del tiempo, más allá del cuerpo, más allá de cualquier cosa que concibas en este mundo. Verás, juegas con los pequeños juguetes de este mundo: los coches, los cuerpos, la ropa, el cabello, el maquillaje, las vacaciones tropicales y el trabajo que haces. Todas esas cosas parecen tan importantes, pero no son nada— absolutamente nada— comparado con la luz que tienes dentro de ti, comparado con la capacidad de creatividad que tienes dentro de ti, comparado con la habilidad de amar que está dentro de ti.
Nos gustaría que profundizaras hoy y te preguntaras: “¿Cómo puedo subir mi nivel? ¿Cómo puedo ser el ser del que habla esta lección? ¿Necesito estar más tranquilo? ¿Necesito ser más generoso? ¿Necesito ser más amable? ¿Necesito expresar más mi creatividad? ¿Necesito ser más aventurero? ¿Dónde estoy bajando mi nivel? ¿Dónde me escondo detrás de mis miedos?”
Elige un miedo hoy, uno que sepas que tienes, todos tienen estos miedos, y pregúntate: “¿Quiero pasar el resto de mi vida controlado por ese miedo, creyendo que puede matarme, creyendo que puede arruinarme?, de hecho, eres mucho más grande que ese miedo. Comienza a tener en tu mente visiones de ti mismo superando ese miedo, visiones de ti mismo subiendo tu nivel, de modo que el título de Hijo de Dios sea apropiado para ti.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.