UCDM Lección 245: Tu Paz está conmigo, Padre. Estoy a salvo

1. Tu Paz me rodea, Padre. 2 Dondequiera que voy, Tu Paz me acompaña
3 y derrama Su luz sobre todo aquel con
quien me encuentro. 4 Se la llevo al que está desolado, al que se siente solo y al que tiene miedo. 5 Se la
ofrezco a los que sufren, a los que se lamentan de una pérdida, así como a los que creen ser infelices y haber
perdido toda esperanza. 6 Envíamelos, Padre. 7 Que sea el portador de Tu Paz, 8 pues quiero salvar a Tu Hijo
tal como dispone Tu Voluntad para poder llegar a reconocer mi Ser.
2. Y así caminamos en paz, 2
transmitiendo al mundo entero el mensaje que hemos recibido. 3 Y de esta manera
oímos por fin la Voz que habla por Dios, la cual nos habla según nosotros predicamos la Palabra de Dios, Cuyo
Amor reconocemos, puesto que compartimos con todos la Palabra que Él nos dio.

COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Cuando caminas con estas ideas firmemente plantadas en la mente, y con el paso de los años practicas este trabajo, traerás al mundo una tranquilidad y una paz que no lo traen los demás.
Este es el regalo más grande que puedes darte no sólo a ti mismo sino al mundo, porque vivirás en una mente pacifica, que es lo más valioso que puedes tener, y traerás una voz de cordura al mundo. No te unirás a conversaciones atemorizantes. No estarás cotilleando negativamente sobre alguien. Compartirás tu mente pacifica con quienes te rodean.
Sí, algunas personas se enfadarán contigo porque no te unes a sus batallas, y eso está bien. A medida que llegues a apreciar el valor de una mente en paz, te darás cuenta de que hay seres cuya frecuencia es suficientemente diferente a la tuya que tú les parecerás una amenaza. Eso es lo que sucedió en mi encarnación física hace tantos años: la energía que estaba manifestando y que estaba contenida dentro de mí era una amenaza para la frecuencia del área y el plano en el que estaba funcionando como maestro y sanador. Entonces tuvieron que matarme.
Muchos de ustedes se han preguntado a lo largo de los años por qué permitiría que eso sucediera. Bueno, fue porque no morí. Sabía que no moriría. Sabía que había dominado mi cuerpo físico/material y mi consciencia, por lo que sabía de lo que era capaz y lo había estado haciendo por muchos años en ese momento— manifestando una nueva estructura física en diferentes lugares y mientras meditaba, iba y tenía conversaciones con personas mientras meditaba.
Había llegado al punto de ver cómo es el dominio de la mente. El dominio de la mente significa el dominio del cuerpo. El dominio del cuerpo no es lo que debes buscar, y ciertamente no debes buscarlo usando el cuerpo.
Si quieres tener una conexión profunda y poderosa con lo Divino, conviértete en pacifico a través de la práctica del perdón. Vuélvete pacifico mediante el conocimiento y la comprensión de las leyes de la creación. Vuélvete pacifico al comprender que estás hecho a la imagen de Dios y que eres un creador poderoso y, por lo tanto, no necesitas temer al mundo. El mundo es sólo un reflejo de ti. Y cuando domines el amor, lo encontrarás.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a hablar mañana.