1. Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su decisión. 2 Nadie sufre dolor salvo cuando él
mismo así lo decide. 3 Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a menos que eso sea lo
que desee. 4 Y nadie muere sin su propio consentimiento. 5 Jamás ocurre nada que no sea una representación de
tus deseos ni se te niega nada de lo que eliges. 6 He aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. 7 He
aquí toda la realidad que tiene para ti. 8 Mas es sólo ahí donde se encuentra la salvación.
2. Tal vez creas que ésta es una postura extrema o demasiado abarcadora para poder ser verdad. 2 Mas ¿podría la
verdad hacer excepciones?
3 Si se te ha dado todo, ¿cómo podría la pérdida ser real?
4 ¿Puede acaso el dolor ser
parte de la paz o el pesar de la dicha?
5 ¿Cómo podrían adentrarse el miedo y la enfermedad en una mente en la
que moran el amor y la santidad perfecta?
6 La verdad tiene que abarcarlo todo, si es que es la verdad. 7 No
aceptes opuestos ni excepciones, pues hacerlo es contradecir la verdad enteramente.
3. La salvación es el reconocimiento de que la verdad es verdad y de que nada más lo es. 2 Ya has oído esto, pero
puede que todavía no hayas aceptado ambas partes de la aseveración. 3 Sin la primera, la segunda no tiene
sentido. 4 Pero sin la segunda, la primera deja de ser verdad. 5 La verdad no puede tener un opuesto. 6 No se
puede hacer suficiente hincapié en esto o pensar en ello con demasiada frecuencia. 7 Pues si lo que no es
verdad fuese tan cierto como lo que es verdad, entonces parte de la verdad sería falsa
8 y la verdad dejaría de
tener significado. 9 Sólo la verdad es verdad, y lo que es falso, falso es.
4. Ésta es la más sencilla de las distinciones, si bien, la más ambigua. 2 Mas no porque la distinción sea difícil de
percibirse, 3 sino porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no parecen proceder
enteramente de ti. 4 Y así, la verdad parece tener algunos aspectos que ponen en entredicho su consistencia, si
bien no parecen ser contradicciones que tú mismo hayas introducido.
5. Tal como Dios te creó, no puedes sino seguir siendo inmutable; y los estados transitorios son, por definición,
falsos. 2 Eso incluye cualquier cambio en tus sentimientos, cualquier alteración en las condiciones de tu cuerpo
o de tu mente; así como cualquier cambio de conciencia o en tus reacciones. 3 Ésta es la condición todoabarcadora que distingue a la verdad de la mentira y que mantiene a lo falso separado de la verdad y como lo
que es.
6. ¿No es acaso extraño que consideres arrogante pensar que fuiste tú quien fabricó el mundo que ves?
2 Dios no lo
creó. 3 De eso puedes estar seguro. 4 ¿Qué puede saber Él de lo efímero, del pecado y la culpabilidad?
a ¿Qué
puede saber de los temerosos, de los que sufren y de los solitarios, o de la mente que vive dentro de un cuerpo
condenado a morir?
5 Pensar que Él ha creado un mundo en el que tales cosas parecen ser reales es acusarlo de
demente. 6 Él no está loco. 7 Sin embargo, sólo la locura da lugar a semejante mundo.
7. Pensar que Dios creó el caos, que contradice Su Propia Voluntad, que inventó opuestos a la verdad y que le
permite a la muerte triunfar sobre la vida es arrogancia. 2 La humildad se daría cuenta de inmediato de que
estas cosas no proceden de Él. 3 ¿Y sería acaso posible ver lo que Dios no creó?
4 Pensar que puedes, es creer
que puedes percibir lo que la Voluntad de Dios no dispuso que existiera. 5 ¿Y qué podría ser más arrogante que
eso?
8. Seamos hoy verdaderamente humildes y aceptemos lo que hemos hecho como lo que es. 2 Tenemos el poder de
decidir. 3 Decide únicamente aceptar el puesto que te corresponde como co-creador del universo, y todo eso
que crees haber fabricado desaparecerá. 4 Lo que entonces emergerá en tu conciencia será todo lo que siempre
ha estado ahí, lo cual ha sido eternamente como es ahora. 5 Y entonces pasará a ocupar el lugar de los
autoengaños que inventaste a fin de usurpar el altar del Padre y del Hijo.
9. Hoy vamos a practicar la verdadera humildad, abandonando la falsa pretensión con la que el ego intenta probar
que la humildad es arrogancia. 2 Sólo el ego puede ser arrogante. 3 Pero la verdad es humilde cuando reconoce
su poder, su inmutabilidad y su eterna plenitud: el regalo todo abarcador y perfecto que Dios le hace a Su Hijo
amado. 4 Dejamos a un lado la arrogancia que afirma que somos pecadores, culpables, temerosos, y que
estamos avergonzados de lo que somos; y en lugar de ello, elevaremos nuestros corazones con verdadera
humildad hasta Aquel que nos creó inmaculados y semejantes a Él en poder y en amor.
10. Tenemos el poder de decidir. 2 Y aceptamos de Él aquello que somos y humildemente reconocemos al Hijo de
Dios. 3 Reconocer al Hijo de Dios implica asimismo que hemos dejado a un lado todos los conceptos acerca de
nosotros mismos y reconocido su falsedad. 4 También hemos percibido su arrogancia. 5 Y con humildad
aceptamos jubilosamente como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su mansedumbre, su perfecta
impecabilidad, el Amor de su Padre, así como su derecho al Cielo y a Cielo y a liberarse del infierno.
11. Ahora nos unimos en gozoso reconocimiento de que las mentiras son falsas y de que sólo la verdad es verdad.
2 Al levantarnos pensaremos únicamente en la verdad y pasaremos cinco minutos practicando sus caminos,
alentando a nuestras temerosas mentes con lo siguiente:
3 Tengo el poder de decidir
4 Hoy me aceptaré a mí mismo tal como la Voluntad de mi Padre
dispuso que yo fuese cuando me creó.
5 Luego aguardaremos en silencio, abandonando todo autoengaño, según le pedimos humildemente a nuestro
Ser que se revele ante nosotros. 6 Y Aquel que nunca se fue regresará a nuestra conciencia, agradecido de
poder devolverle Su morada a Dios, tal como siempre debió ser.
12. Espéralo pacientemente hoy, e invítalo cada hora con las palabras con las que diste comienzo al día, el cual se
debe concluir con esa misma invitación a tu Ser. 2 La Voz de Dios te contestará, pues habla por ti y por tu
Padre. 3 Substituirá todos tus frenéticos pensamientos por la Paz de Dios, los autoengaños por la verdad de
Dios y tus ilusiones acerca de ti mismo por el Hijo de Dios.
COMENTARIO DE JESÚS CANALIZADO POR TINA SPALDING
Vosotros sois de hecho seres bendecidos. Yo soy aquel que conoces como Jesús. Esta es una lección muy poderosa— ¿no es verdad? —, aceptar que los deseos individuales y colectivos de todos ustedes han creado este mundo caótico en lugar de Dios.
Dios no creó este mundo que ves. Este es un mundo de separación. La configuración predeterminada aquí es el miedo, aislamiento y separación. Es por eso que muchos de ustedes tienen tanto dolor. Es por eso que muchos de ustedes se sienten abandonados por Dios. Es un mundo de proyección, lo que significa que crees que Dios te ha abandonado, pero en verdad, tú has abandonado a Dios. Eso es proyección. Acusas a los demás de lo que te has hecho tú mismo.
Es así, con un corazón humilde, que aceptamos esta enseñanza, que hemos creado el caos. Hemos creado el dolor y hemos creado el sufrimiento. Cualquiera de ustedes que hayan estado haciendo el Curso de Milagros por un tiempo (algunos de ustedes están repitiendo estas lecciones) han llegado a ver que a medida que a medida que practican estas enseñanzas, el sufrimiento en tu mente disminuye porque tú lo estás causando. A medida que el sufrimiento en tu mente disminuye, tu frecuencia aumenta. Te conviertes en un ser más amoroso y la frecuencia que emites (porque siempre estás emitiendo una frecuencia) se vuelve más amorosa para reflejar el trabajo de perdón y la educación que has logrado.
Esa frecuencia entonces comienza a atraer cosas semejantes a sí misma. De aquí es de donde sacas la frase “Las desgracias nunca viene solas” porque es la verdad. La gente miserable pasa el rato juntas. La gente violenta pasa el rato juntas. La gente amorosa pasa el rato juntas. La decisión es tuya. ¿Crees que tus pensamientos son secretos? ¿Crees que tus creencias no tienen poder?
Estás hecho a la imagen de Dios. Tienes la capacidad de hacer realidad lo que sea en lo que te enfoques, pero eso no es lo que dice tu cara social. Significa que es en lo que te enfocas dentro de tu mente y de tu corazón. ¿Estás viviendo la vida plenamente? ¿Estás viviendo una vida que está de acuerdo con la voluntad de Dios para ti, lo que significa que te hace feliz? Si estás viviendo una vida miserable, es porque has tomado la decisión de vivir una vida miserable.
Hoy queremos que tomes nuevas decisiones. Queremos que mejores tu juego. Queremos que levantes la cabeza en alto. Queremos que ames todo a tu alrededor que sea adorable. En lugar de juzgarte a ti mismo y al mundo, mírate a ti mismo con amor y aprecio como Dios te mira. Mira al mundo con amor y aprecio por todas las cosas que están funcionando. Es lo mismo que cuando algo en tu cuerpo va mal. Dices: “Oh, me duele el tobillo. Eso es en todo en lo que puedo pensar”. Pero hay un millón de otras cosas que tu cuerpo está haciendo perfectamente. ¿Alguna vez has agradecido por eso? ¿Alguna vez felicitas a tu cuerpo por simplemente hacer que te muevas? A menudo es una enfermedad profunda y oscura lo que te hace apreciar tu salud.
Hoy la decisión es tuya. ¿Vas a mirar el mundo a través de cristales de color gris, o vas a mirar el mundo a través de ojos de amor y aprecio, que son, después de todo, los ojos del perdón? Mira al mundo con ojos compasivos. Mira a tus hermanos y hermanas con ojos compasivos y que sepas que están tan confundidos como tú. Ellos también han sido maltratados y mal instruidos que no saben lo que hacen. “Perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Yo soy aquel que conoces como Jesús, y te volveremos a ver mañana.