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VIDEO SERIE 5 DE 7 – CANALIZANDO JESÚS PERDONANDO EL NOMBRE DE JESÚS

Hola, mi nombre es Tina Louise Spaulding. Soy una canalizadora en trance. Hola subscriptores. Estoy en el proceso de hacer 7 videos en 7 días. Lamentablemente me perdí el de ayer. La vida se me escapó. Hoy es el día 6 con el video 5, así que me disculpo por esa interrupción en la producción. Esta mañana grabé todo un evento de canalización y tuve un problema técnico, así que esta es la segunda vez que estoy grabando esto para ti.
Entonces Jesús me ha pedido que haga estos videos y no tengo idea de qué tema está abordando cada día, así que cerraré los ojos y tomaré un par de respiraciones. Y él nos enseñará en qué quiere que nos enfoquemos hoy. Nos vemos al final de la sesión.

Yo soy aquel que conoces como Jesús. Esta serie de videos está diseñada para llamar tu atención sobre el momento presente. ¿Cuál es el momento presente? El momento presente es el único lugar en el que puedes crear, es el único lugar donde puedes ejercer tus únicos y divinos poderes creativos. Este es el lugar donde tu mente enfocada, despejada de las mentiras, trae a la existencia lo que estás buscando experimentar.
Desafortunadamente para la mayoría de ustedes, sus mentes están llenas de cosas que no son ciertas. Están llenas de creencias e ideas condicionadas y no están alineadas con esa verdad, por lo que no pueden producir las experiencias que desean tener. En esta etapa estás destinado a producir una mezcolanza de altibajos, una mezcolanza de experiencias positivas y negativas que te cuesta descifrar.
Yo soy aquel que conoces como Jesús y es importante en este proceso de aclaración usar ese nombre. ¿Por qué es importante usar ese nombre? Hay muchos otros eventos de canalización que están siendo canalizados a la superficie de tu planeta, usando el nombre de Sananda o Jeshua. Yo estoy usando Jesús en este caso para un proceso y propósito en particular. Este proceso en particular es que el perdón es requerido para que recibas estas enseñanzas sin miedo. En la Tierra hace muchos años, mis enseñanzas fueron las mismas que son ahora. Fueron acerca de la verdad, fueron acerca de auto empoderamiento y el reconocimiento de que tú eres un aspecto divino de la Mente de Dios, poderoso creador y capaz de superar el mundo físico material.
La crucifixión fue la demostración de la dureza de este plano en el que vives, pero la resurrección fue la demostración de mi maestría sobre el plano físico material. En los últimos 2000 años he continuado enseñando, he tenido muchas relaciones, con muchos seres y me he mostrado de muchas formas en el plano físico de la Tierra. Algunos de ustedes incluso me han conocido pero no me reconocieron porque ustedes me imaginan de un aspecto en particular que ha sido propagado y compartido alrededor de tu planeta por muchos diferentes medios impresos. Ya no soy requerido a aparecer de una forma particular. Si aparezco de una forma particular que parezca el Jesús que tú imaginas, es sólo para que sepas que soy yo, pero ha habido veces que me he comunicado con seres en forma física y no quería que ellos supieran que soy yo. Quiero enseñar, quiero sanar, quiero estar en comunión con alguien como maestro espiritual sin que sepa mi identidad.
Ahora este nombre Jesús dispara muchos enfados en ti por lo que se ha hecho con mis enseñanzas. Mis enseñanzas fueron editadas, fueron transformadas, muchas mentiras fueron incluidas en esas enseñanzas y con el tiempo parece que había muchas reglas que yo no puse. Se convirtieron en reglas de lo que considerarías Cristianismo. Pero Cristianismo no fueron mis enseñanzas. No busqué establecer una Iglesia. No busque hacer con mis enseñanzas lo que se hizo con mis enseñanzas. Ciertamente no tuve intención de construir grandes edificios, llenos de oro y opulencia, esa no fue mi enseñanza. Eso es intervención humana, debo decir. Hubo muchos actos violentos que se hicieron en mi nombre; la opresión de los niños, la tortura y cruel restricción de las mujeres. Estas no fueron cosas que enseñé, al contrario, enseñé que había que ser dulces con los niños. Y yo fui maestro de las mujeres. De hecho muchas de mis discípulos fueron mujeres. Así que este nombre Jesús trae a muchos de ustedes recuerdos de crueldad, recuerdos de miedo, recuerdos de opresión, represión o control. Es perdonándome los crímenes de la Iglesia que te liberarás para escuchar estas enseñanzas. Estas enseñanzas son ciertas, están alineadas con aquello que te traerán lo que quieres. Solía llamarse salvación pero puedes llamarle paz, incluso felicidad.
La mente que está en paz, la mente que no está engañada. La mente que está viendo el mundo con claridad, creando, sabiendo cómo funcionan las Leyes de la Creación. En lo que te enfocas, de eso obtendrás más. En lo que crees intensamente se vuelve real para ti porque el mundo reflejará eso de regreso a ti en la gente, lugares y cosas que te encuentras. Una mente es paz no es algo pequeño y el enfado que la palabra Jesús trae a tu mente necesita ser removida, el enfado puede ser quitado mediante la práctica del perdón. Perdóname por las cosas que se hicieron en mi nombre. ¿Por qué necesito este perdón? Bueno, yo no necesito ese perdón. Tú lo necesitas. Tú necesitas ese perdón para que las verdaderas enseñanzas de aquel que conoces como Jesús puedan empezar a ser empleadas finalmente en la superficie de tu planeta. De tal manera que las guerras puedan parar, las persecuciones de niño puedan parar, para que pueda haber igual distribución de la riqueza en tu planeta. Esto son algunas de las enseñanzas que impartí hace mucho tiempo y que he continuado impartiendo en este planeta y que aún imparto a través de este ser.
Hay muchos otros seres canalizando estas enseñanzas, pero este ser en particular ha recibido la misión de canalizar estas enseñanzas usando el nombre de Jesús. Por lo tanto tienes la oportunidad de sentir el enfado en tu consciencia y tienes la oportunidad de perdonar a la Iglesia de lo que hizo en mi nombre. Yo no lo hice. La Iglesia estaba equivocada, estaba manejada por miedo, por el ego-mente que estaba poderosamente en control del dinero y las influencias políticas. El poder corrompe todo y eso es una verdad. Pero el poder viene del Espíritu. Tu conexión con el amor no será distorsionada si clarificas tu mente primero.
Estas son las enseñanzas que traemos hoy. Las lecciones de Un Curso de Milagros están diseñadas, una vez al día, con la consciencia de Cristo como tu guía y con Jesús como locutor de los textos que te lleven a un lugar de paz revelándote día a día lo que es falso en tu mente, lo que es mentira, lo que es un resentimiento, lo que es odio de lo que no eres consciente. Están escondidos debajo de tu cara social que presentas al mundo y se manifiestan en forma de experiencias negativas, miedos, reacciones emocionales negativas ante las cosas. A medida que se revelen estas distorsiones, obtendrás más y más paz cada día porque verás que es la forma en la que usas tu mente lo que crea sufrimiento o alegría. Empezarás a ver que como tratas a tus hermanos y hermanas; sólo como eso, hermanos y hermanas, tu paz mental aumenta y tus sentimientos de amor, generosidad e igualdad también aumentan.
Juzgar es el gran enemigo aquí. El juicio, la restricción y el miedo son tus enemigos, no el perdón. Al ego-mente no le gusta el perdón, tiembla ante la sola mención de la palabra. Y muchos de ustedes al escuchar esta palabra ya tendrán una reacción, temiendo perdonar a esa persona que te hirió. Pero si no perdonas eres sólo tú quien se hace daño. Cada idea de odio que tengas, cada idea cruel que circule en tu mente, cada terrible ráfaga de negatividad que contamine tu cuerpo, te haces daño. No hace daño a la otra persona.
Entonces, que hoy sea el día en el que estás dispuesto a alcanzar la idea de que perdonarás a esa persona que se te cruzó, esa persona que te lastimó, esa persona que te hizo algo malo. Al guardar ese resentimiento te mantienes pequeño. Perdonándolo elevas tu frecuencia a los reinos del amor. Y es en esos reinos que recibirás abundancia, inspiración, creatividad, paz y alegría.
Allí es donde queremos encontrarte, en esas tranquilas y hermosas frecuencias de amor y amabilidad. El perdón te llevará allí. La frecuencia del amor es alta frecuencia, la frecuencia de juzgar es baja frecuencia. Te sientes mal cuando estás lejos del amor. Así que perdona como un acto de amor hacia ti mismo, no para nadie más, no hacia mí, sino hacia ti mismo. Al perdonar aprovecharás esas energías superiores y viajarás con nosotros en este viaje de ascensión que está teniendo lugar en este tiempo en tu sociedad.
Yo soy aquel que conoces como Jesús y si ese nombre te encoleriza de alguna forma, perdona a la Iglesia por lo que hizo, guardando ese resentimiento sólo te haces daño.
Volveré a hablarte mañana.

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