Yo soy aquel que conoces como Jesús y es importante en este proceso de clarificación utilizar este nombre. ¿Por qué es importante usar este nombre? Estoy usando Jesús por un proceso y propósito particular. Este propósito particular es que el perdón es requerido para que recibas estas enseñanzas sin miedo. En la Tierra hace muchos años, mis enseñanzas fueron las mismas que son ahora. Fueron acerca de la verdad, fueron acerca de auto empoderamiento y el reconocimiento de que ustedes son aspectos divinos de la Mente de Dios, poderosos creadores y capaces de superar el mundo físico material. La crucifixión fue la demostración de la dureza de este plano en el que vives, pero la resurrección fue la demostración de mi maestría sobre el plano físico material. Sobre los últimos 2000 años he continuado enseñando, he tenido muchas relaciones con muchos seres y me he mostrado de muchas formas, algunos de ustedes incluso me han conocido pero no me reconocieron porque ustedes me imaginan de un aspecto en particular que ha sido propagado y compartido alrededor de tu planeta por muchos diferentes medios impresos. Ya no estoy requerido a aparecer de una forma particular. Si aparezco de una forma particular que parezca el Jesús que tú imaginas, es sólo para que sepas que soy yo, pero ha habido veces que me he comunicado con seres en forma física y no quería que ellos supieran que soy yo. Quiero enseñar, quiero sanar, quiero estar en comunión con alguien como maestro espiritual sin que sepa mi identidad. Ahora este nombre Jesús dispara muchos enfados en ti por lo que se ha hecho con mis enseñanzas. Mis enseñanzas fueron editadas, fueron transformadas, muchas mentiras fueron incluidas en esas enseñanzas y con el tiempo parece que había muchas reglas que yo no puse. Se convirtieron en reglas de lo que considerarías Cristianismo. Pero Cristianismo no fueron mis enseñanzas. No busqué establecer una Iglesia. No busque hacer con mis enseñanzas lo que se hizo con mis enseñanzas. Ciertamente no tuve intención de construir grandes edificios, llenos de oro y opulencia, esa no fue mi enseñanza. Eso es intervención humana, debo decir. Hubo muchos actos violentos que se hicieron en mi nombre; la opresión de los niños, la tortura y cruel restricción de las mujeres. Estas no fueron cosas que enseñé, al contrario, enseñé que había que ser dulces con los niños. Y yo fui maestro de las mujeres. De hecho muchas de mis discípulas fueron mujeres. Así que este nombre Jesús trae a muchos de ustedes recuerdos de crueldad, recuerdos de miedo, recuerdos de opresión, represión o control. Es perdonándome los crímenes de la Iglesia que te liberarás para escuchar estas enseñanzas. En lo que te enfoques, de eso obtendrás más. En lo que crees intensamente se vuelve real para ti porque el mundo reflejará eso de regreso a ti. Una mente es paz no es algo pequeño y lo que la palabra Jesús trae a tu mente necesita ser removida, el enfado puede ser quitado mediante la práctica del perdón. Perdóname por las cosas que se hicieron en mi nombre. ¿Por qué necesito este perdón? Bueno, yo no necesito ese perdón. Tú lo necesitas. Tú necesitas ese perdón para que las verdaderas enseñanzas de aquel que conoces como Jesús puedan empezar a ser empleadas finalmente. De tal manera que las guerras puedan parar, las persecuciones de niño puedan parar, para que pueda haber igual distribución de la riqueza en tu planeta. Esto son algunas de las enseñanzas que impartí hace mucho tiempo y que he continuado impartiendo en este planeta y que aún imparto a través de este ser. Hay muchos otros seres canalizando a Jesús, pero este ser en particular ha recibido la misión de canalizar estas enseñanzas usando el nombre de Jesús. Tienes la oportunidad de sentir el enfado en tu consciencia y tienes la oportunidad de perdonar a la Iglesia de lo que hizo en mi nombre. Yo no lo hice. La Iglesia estaba equivocada, estaba manejada por miedo, por el ego-mente que estaba poderosamente en control del dinero y las influencias políticas. El poder corrompe todo. Las enseñanzas que traemos hoy es que la influencia, la conexión con el amor vienen del Espíritu y no puede ser distorsionado si clarificas tu mente primero. Las lecciones de Un Curso de Milagros están diseñadas una vez al día con la consciencia de Cristo como tu guía y con Jesús como locutor de los textos que te lleven a un lugar de paz revelándote día a día lo que es falso en tu mente, lo que es mentira, lo que es un resentimiento, lo que es odio de lo que no eres consciente. Están escondidos debajo de tu cara social que presentas al mundo y se manifiestan en forma de experiencias negativas, miedos, reacciones emocionales negativas. A medida que hagas el Curso se te revelará éstas distorsiones y obtendrás más y más paz cada día porque verás que es la forma en la que usas tu mente lo que crea sufrimiento o alegría. Juzgar es el gran enemigo aquí, no el perdón. Al ego-mente no le gusta el perdón, tiembla ante la sola mención de la palabra. Y muchos de ustedes al escuchar esta palabra ya tendrán una reacción, temiendo perdonar a esa persona que te hirió. Pero si no perdonas eres sólo tú quien se hace daño por cada idea de odio que tengas, por cada idea cruel que circule en tu mente. Cada terrible ráfaga de negatividad que contamine tu cuerpo te hace daño, no hace daño a la otra persona. Al guardar ese resentimiento te mantienes pequeño, perdonándolo elevas tu frecuencia a los reinos del amor. Y es en esos reinos que recibirás abundancia, inspiración, creatividad, paz y alegría. Perdona como un acto de amor hacia ti mismo, no hacia mí, sino hacia ti mismo. Yo soy aquel que conoces como Jesús y si ese nombre te encoleriza de alguna forma, perdona a la Iglesia por lo que hizo, guardando ese resentimiento sólo te haces daño.